n n n A esta conclusión nos llevan los vientos destructores que hoy soplan en España. Auspiciados por todo el relativismo inmoral, hoy puesto en marcha, por algunos partidos políticos y medios de comunicación. A los que ya secundaron inclusive el PP, en su afán desmedido por aparentar lo que no son y menos sienten ideológicamente. Copian y pegan llenos de complejos y soberbia para llevarnos a esta triste realidad, que hoy ya vivimos intensamente al no saber a donde pretenden llevarnos con esta su desmemoria y el desprecio a los valores y principios que le dieron vida y fuerza moral. A esta nuestra convivencia y progreso en libertad y democracia.
Las desviaciones ideológicas que viven PSOE y PP son el caldo de cultivo de una descomposición y desilusión galopante de nuestra sociedad, que ya hizo estragos desestabilizadores en el primero, y no tardarán en contagiar y aflorar rápidamente en el segundo, tal vez estos últimos ya desperdiciaron una gran oportunidad en este XVIII Congreso celebrado en Madrid, para abordar las desviaciones y complicidades peligrosas que hoy lo acechan y amenazan, al abandonar sus principios y valores para mantenerse en el poder. Tal vez muy pronto carezcamos de estos y tampoco tengamos el poder.
Viene a mi recuerdo hoy aquellas célebres palabras expresadas en su día por D. Rómulo Betancour a su partido (AD Socialista), ante la amenaza que vivía este en aquellos primeros años sesenta, luego de ser derrocada la dictadura y siendo gobierno. El acoso de la extrema izquierda era persistente, prefiero un partido unido ideológicamente, con principios y valores, que las mieles de un poder diariamente acosado. Así nacerían aquellos nuevos partidos extremistas y fundadores de la guerrilla urbana. Su firmeza y templanza socialdemócrata no le permitieron doblegarse ante los intrusos y peligrosos adversarios internos y externos. Con su muerte, en los setenta, se inicia el declive y destrucción de su gran partido, AD. Le siguió los pasos en su caída libre, COPEI socialcristiano y su líder, Rafael Caldera, con algunos matices zigzagueantes y cobardes. Los dos partidos allanaron el camino al desastre que hoy viven aquel entrañable país con una diferencia muy notoria, el primero enfrentó la amenaza comunista con decisión y valentía, el segundo trató de negociar con ellos y también gobernó, terminó encumbrándolos a todos ellos y su líder en la sombra, Hugo Rafael Chávez Frías. El desastre económico y social está a la vista y no necesita más explicaciones.
Cada palo debe aguantar su vela, pero lo que hoy vive España, no tiene desperdicio y en muchos se parece a lo descrito sobre Venezuela. Solo hace falta sentido común y responsabilidad para enfrentarse al adversario político de turno, que es Podemos, con sus mariachis y cómplices. Sus piruetas mediáticas que con éxito dudoso exhibe hoy, con la ayuda de algunos medios irresponsables y una parte del PSOE, no puede ser la disculpa o vulgar ceremonia para la confusión. Donde la ambigüedad y la cobardía mediática se unan, para juntos delinquir y asaltar lo más preciado de nuestra sociedad como es la familia y el respeto por la vida.
Quien no defiende lo que tiene, a pedir se queda. Tal vez aplicando las desviaciones ideológicas y políticas que hoy vivimos, podíamos sacar conclusiones que nos devolverán a la realidad, con una nueva oportunidad regenerativa, para la defensa a ultranza de nuestro estado de derecho democrático, que conjuntamente con valores y principios, intentan hoy destruir con nocturnidad y alevosía, exigiéndonos además que guardemos silencio cómplice.
Quienes creemos en la importancia de los principios y valores, solo nos queda hoy propiciar una profunda reflexión ciudadana ya que corremos el riesgo de que ninguna fuerza parlamentaria lo haga y nos quedemos solos ante el peligro eminente, que hoy amenaza la patria.
