Caiga quien caiga, la incógnita será el cómo, con quién y para qué. Viendo lo que hoy está en juego, su prestigio, moral y político que afecta la supervivencia de nuestra democracia y la estabilidad y progreso de España. Lo que le obliga diligentemente a sanear sus filas y que la Justicia actúe para contrarrestar la falsa intervención de los tribunales paralelos, que ya pululan y funcionan, impunemente en tertulias televisivas, radiales y la prensa escrita, donde, mañana, tarde y noche se arremete despiadadamente en contra del PP, sin las pruebas pertinentes y legales que justifiquen sus condenas teledirigidas ideológicamente, lo que obligan a la dirección del mismo a actuar con firmeza para despejar dudas, sin olvidar la prudencia que los casos de corrupción requiere y exigen. Si de verdad queremos rescatar al PP y los millones de sus votantes, hoy extraviados y confundidos, pero que siguen fieles a sus ideales y esperando un gesto creíble y regenerativo que les devuelva la esperanza, no perdida en su totalidad, fruto de las andanzas peligrosas de unos inescrupulosos dirigentes que confundieron el PP con una sociedad de cómplices para hacer negocios turbios, y olvidarse de sus obligaciones ciudadanas, que son el servir al ciudadano con lealtad, humildad y honestidad, y nunca servirse el mismo del nombre y prestigio del PP para delinquir descaradamente.
Los últimos acontecimientos de Madrid son una bomba de relojería, pero además repite historias muy recientes que hoy lamentamos todos sus consecuencias. La valentía de Cristina Cifuentes es un nuevo ejemplo de honestidad y no deberíamos ignorarlo, también ella sufre hoy el acoso indiferente y la complicidad del fuego amigo. Esta confusa situación la vivió el PP de Galicia y se repitió por todo el territorio nacional, recordemos lo sucedido el 2009 en Moaña (Pontevedra) que rápido se extendió por toda Galicia, pero nadie quiso escuchar, o lo disimularon con su hipocresía clásica, fueron cuatro compañeros que no supieron estar a la altura de las circunstancias, de aquellos polvos solo quedan decepciones y tristes recuerdos que acorralan y persigue al PP de Moaña y toda España. Debo hacer una salvedad, el único que respondió aquel demoledor informe fue D. Mariano Rajoy. Muchas gracias por enviarme su carta cuyo contenido he leído con interés y tomó buena nota de todo ello. Agradezco sus muchos años de colaboración en este partido que también es el suyo, firmado Mariano Rajoy.
Yo sigo creyendo firmemente en su decencia y honestidad, tal vez el confió demasiado en quienes encargó, aquella investigación. Tres meses tardaría el Boletín Oficial de Galicia, en confirmar las razones de nuestra denuncia, mientras quienes habían dado la voz de alerta eran pasados, unos al tribunal disciplinario y otros expulsados del partido. ¿Alguien en la dirección del PP, pidió disculpas ante las evidencias? Todo lo contrario y con un tránsfuga se desgobernó Moaña (cuatro años lleno de soberbia y acompañado de una mediocridad que facilitaría su opacidad política, que terminó su irregular mandato con tres renuncias y el enredo del Paseo da Seara. El pueblo de Moaña lo castigó negándole su voto el 2015. Todo lo sucedido en estos años parece que no fue suficiente y pretenden insistir nuevamente con más de lo mismo. Esta triste realidad se repite por toda Galicia y España. Así nos va hoy en Vigo y su comarca, donde el PP, es mayoría silenciosa, pero no gobierna por los complejos y errores de ayer, que nadie optó corregir que hoy unido a la falta de un trabajo político, claro y convincente para recuperar lo perdido, y como ejemplo recuperador os ofrecen este espectáculo bochornoso que se escenifica en Sanxenxo, con el retorno de Telmo Martín sus andanzas y tránsfugas como estrellas, algunos ya estrellados, pero que alguien se empeña en rehabilitar cínicamente en este y otros ayuntamientos de Galicia. Con idénticos procedimientos de viejos roqueros que llenos de fracasos y dudas, siguen empeñados en endosárselos al PP, ignorando que este partido nació para hacer historia de decencia y defensa democrática. Quienes pretendan jugar con el mismo a la ruleta rusa de la política, deben ser apartados sin contemplaciones y rápidamente, o estaremos convirtiendo el PP en un pestífero lamedal como muy acertadamente decía Velle.
