n n n Este fue fabricado por el radicalismo histórico y confuso que, durante muchos años, atrapó al PSOE y lo llevó a una guerra cruel, que perdió y una parte del partido nunca quiso aceptar aquella derrota y mucho menos las causas que la provocaron. Fue la Transición del 78 el momento histórico que vivió España a la muerte de Franco que hizo posible aquel milagro salvador, de reconciliación nacional, entre todos los españoles y que devolvió a una gran parte del PSOE, al centro izquierda, cuya referencia era la socialdemocracia y fue de la mano de Felipe González y la naciente derecha, catalogada de centro con su humanismo cristiano fundó el PP y ambas formaciones políticas,supieron conciliar sus divergencias, para conjuntamente refundar la nueva España democrática. La que hoy todos disfrutamos, pero algunos con sus andanzas políticas extremistas, ya juegan a la ruleta rusa, ignorando el pasado y ofreciéndonos, un futuro incierto y tenebroso a todos los españoles.
Fue Zapatero quien inicio este retorno al radicalismo, reviviendo viejas heridas, para acorralar de forma cainita y despiadada. A los supuestos herederos del franquismo, que según su teoría, todos los ciudadanos que pertenezcan o simpaticen con la derecha y el PP, vienen de esa rama y hay que hacer lo posible e imposible por exterminarlos, alejándolos del poder, así puso en marcha el tinel y sentido común, al chocar frontalmente con la convivencia cívica y pacífica, para tropezar de nuevo con la misma piedra de antaño. Sus ocho años de mandato, son un compendio de torpezas, entre ellas, la más notoria por destructiva. La quiebra técnica de la economía española, que unida al trabajo demoledor en lo social, moral y político, ya convirtió a su PSOE en un monstruo de mil cabezas. Donde los gallos ya cantan como gallinas y estas desesperadamente, buscan un nuevo gallo. Su nombre es Pedro Sánchez y sobre el recaerá la refundación del nuevo PSOE, cuya novedad principal, parece ser devolverlo al pasado y de la mano de los herederos del Frente Popular, donde los herederos y simpatizantes de Santiago Carrillo, poco o nada cuentan. Si los de la Pasionaria, representados por Pablo Iglesias y sus mariachis diversos, con su puño en alto y el no pasarán. Ya están preparando hoy su asalto al poder, para ofrecernos otro sainete, copiado y pegado de Venezuela.
Este Pedro Sánchez que ignora lo que es una nación y vive obsesionado por llegar a la Moncloa, sin importarle el cómo, con quién y el para qué, lo mismo dice diego que dice digo. Está poniendo sobre la mesa sus ambigüedades, para la defensa de la unidad de España, con su posición compromete a sus militantes y al país. Estas ambigüedades ya pusieron en alerta a toda la sociedad española, cuando, utilizando su cacareado mantra, duda de los legítimos derechos y oportunos métodos que la democracia tiene, para la defensa de su soberanía nacional. Ya llegó la hora de utilizarlos y el gobierno está legitimado para ellos, mientras tanto Pedro Sánchez está poniendo en entredicho y rayando con el ridículo las posibles actuaciones del presidente D. Mariano Rajoy y su gobierno al que acusa de propiciar, con su paciencia, pasividad y prudencia infinita. El crecimiento del secesionismo, dime de que presumes y te diré de que careces. Una mentira más para confundir a su parroquia, una parte infinita del pueblo español está dispuesta a defender su soberanía, la que reside en todos los españoles, que hoy exigen a todos los políticos mesura y comportamiento democrático, en sus filas, con una auténtica reflexión y regeneración en las mismas y caiga quien caiga, si de verdad queremos preservar el país, su integridad y nuestro sistema democrático actual, que con más aciertos que errores, aquí nos ha traído y hoy disfrutamos.
Aquí caben aquellas sabias y lapidarias palabras de Ortega y Gaset, a sus compañeros del partido socialista: No era para esto observando el desastre de la Segunda República.
