Cartas al director

Entre farsa y estrategia vivimos hoy los españoles

n  n  n Se repite la historia, unas se inician como farsa y otras termina en tragedia. Razón tenía Marx, ya solo nos queda que intervenga la justicia en tiempo y forma para salvar nuestra democracia de este trance. Y será esta, conjuntamente con los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, los encargados de desmontar ese parapeto traicionero y vulgar que se inicia en Cataluña y amenaza al resto de comunidades, y cuenta con las confluencias extremistas, capitaneadas por Podemos y sus albaceas televisivos, incumpliendo nuestras leyes y Constitución. Ellos, con su farsa, intentan hoy provocar esta tragedia o suicidio colectivo, tratando de destruir y balcanizar España, para convertirla en varias repúblicas bananeras.
Si no somos capaces de interpretar esta realidad que hoy nos acecha y amenaza a todos los españoles. Apaga y vámonos, no es momento de señalar a quienes o cuantos participaron en ello, o nos descuidamos más, pero si de poner freno a este disparate, caiga quien caiga, ya que esta en juego nuestra patria y su destino como nación. Ello nos obliga a reflexionar y rectificar las aptitudes asumidas que, antaño les permitió a nacionalistas, separatistas y sus confluencias extremistas, desarrollar su deriva a la sombra de una complicidad obscena y un diálogo ramplón y de sordos para ganar tiempo y acopio, llevándonos a este despropósito que hoy ya explota en Cataluña, similar al del 34, pero que nada aprendieron a intentaron hoy repetir. Así nos amenazan con tomar la calle y jugar con la educación y futuro de nuestros hijos. Hoy ya al borde de la ruptura y el abismo destructor, debe intervenir la justicia y los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad, para garantizar la convivencia e integridad territorial de todos los españoles, que ademas está siendo atacada y acosada por quienes se niegan a respetar  y cumplir las leyes. Y debemos brindarles sin fisura alguna todos los demócratas, que somos mayoría, el respaldo necesario y oportuno a los Jueces, Cuerpos y Fuerzas de Seguridad Nacional y Gobierno, que son los guardianes de nuestra Constitución y Leyes. Lo triste y llamativo es observar a Pablo Iglesias y su tropa, ponerse del lado de quienes transgreden la misma y nos amenazan también con los presos políticos de Venezuela y Cuba, que se están muriendo en los retenes y calabozos de su amigo Maduro y los Castro, con el desprecio más absoluto de los Derechos Humanos, que los organismos internacionales denuncian constantemente. Son los mismos avaladores del diálogo tramposo que Zapatero y sus raperos tiene n tiempo vendiendo en Venezuela, pero ningún demócrata del mundo le quiere comprar.
Como no recordar aquella traición vulgar de los dos grandes partidos en Venezuela, COPEI y AD, con la revuelta y saqueos del 89, provocados por mafias que controlaban los indocumentados con la ayuda descarada de la Extrema Izquierda, que se dedicaban a torpedear la actuación y consolidación del Estado de Derecho para imponer su anarquía comunista. La ley de la selva y sálvese quien pueda, que encontró eco y complicidad en aquellos descarados saqueos, por ellos provocados y que fueron reprimidos con eficacia por las FF.AA. Pero los dos grandes partidos jugaron a la ruleta rusa de la política, y con su diálogo ramplón, impusieron su borrón y cuenta nueva, para perdonar la osadía destructora y el asalto al Gobierno de turno, con aquel "aquí no pasó nada, pero si pasó y fue muy grave". Así se inició en Venezuela la debacle que hoy vive con su descomposición social y la desmoralización total de sus Cuerpos y Fuerzas de Seguridad, entre ellas sus FFAA. que quedaron desautorizadas, desmoralizadas y en manos de irresponsables, que permitieron la penetración comunista en sus filas. Son las mismas que hoy viven su penitencia y el calvario que Hugo Chávez les impuso y les dejó como herencia. ¿Queremos eso para España hoy? ¿Despertemos antes que sea demasiado tarde?
Los de Cataluña hoy deben despertar nuestra conciencia al observar cómo utilizan descaradamente a los niños en sus colegios para manipularlos ideológicamente. Ya nos olvidamos lo que hicieron cuando el Prestige, la Guerra de Irak o el 11-M. Son los mismos hoy juntos y revueltos, que intentan romper España. Ello debe despertar a esa mayoría silenciosa, adormecida e indiferente que también descuidó su entorno familiar. Pretenden arrebatarnos nuestro bienestar y progreso que disfrutamos en libertad. Defendámoslo sin miedo y complejos,  o moriremos como cobardes en el intento.