Es la pregunta obligada que hoy nos hacemos todos los súbditos de esta parte del mundo, cuya histórica nos marcó el rumbo y destino a seguir con su estabilidad democrática para reconstruir una Europa libre que contagiaran a toda la humanidad siendo hoy un ejemplo vivo del progreso en libertad. Ha sido esto y su estabilidad democrática respaldada por sus valores, el sustento inequívoco de su gran proyecto que hoy es puesto en duda por su irregular comportamiento de compartir mesa y mantel con amistades peligrosas o dictaduras obscenas que mantienen a sus pueblos subyugados y sin libertad democrática. Pero es más su proyecto político que intentan imponer al mundo, es incompatible y destructor, chocando frontalmente con el nuestro.
Sin más preámbulo, quiero referirme a los saltos de rana actuales con América latina, y donde Cuba y su revolución ya hicieron su trabajo de ablandamiento y abordaje, con ayuda de muchos y sonados cómplices si son de derechas. Con las de izquierdas, se puede negociar y debemos aceptarlas en el club de los demócratas y sin ninguna objeción. Triste y melancólica realidad, la que hoy nos toca vivir a quienes, fieles a sus valores democráticos, crecimos y fuimos por el mundo mientras Cuba y sus satélites hoy diseminados por todo el planeta, avanzan con su diplomacia asimétrica del nuevo comunismo, con disfraz de socialismo del siglo XXI. Exhibiendo como trampolín de ensayo el secuestro de Venezuela. La que en apenas quince años de experimentos revolucionarios de saqueos, confiscaciones y expropiaciones incluidas, la arruinaron en lo económico, social y político. Mientras todo esto se está sucediendo y la violencia se apoderó de aquel país, que pacíficamente, la oposición ya tomó la calle reclamando libertad. Recibiendo como respuesta, una brutal y desproporcionada represión, cuyo balance luego de dos meses de protestas, ya suman cien muertes violentas, miles de heridos y presos políticos con el desconocimiento total de los órganos fundamentales que rigen en democracia. Mientras esto sucede, la UE ve para otro lado y como recompensa por el trabajo bien hecho y por la puerta de atrás, sin mucha publicidad, firma un convenio de cooperación con Cuba, y hay que decirlo, alto y claro, con la complicidad de toda la Cámara. ¿A qué juega Europa hoy con la que está cayendo sobre muchos de sus países amenazados por el terrorismo internacional, mientras su preocupación es liberar a Cuba de la lista de países terroristas y firmar convenios de cooperación. Esta, sigue promocionando y dirigiendo el mismo, a control remoto, La Habana. Así se perdió Roma y a punto está hoy Venezuela.
“La mentira y el acoso” es el santo y seña de apertura que el marxismo utiliza para abrir caminos a su revolución. Secuestrando conciencias y poniéndole fronteras al campo que ellos van conquistando con su mantra. Aquí está su primera conquista, utilizando para ello su astucia y la complicidad de muchos actores políticos camuflados entre los demócratas. Así utilizaron para su abordaje el buenismo sin froteras y guardianes, que propuso la UE y tantos dolores de cabeza le está costando, y es aprovechado por los malabaristas políticos y sus poderosas mafias para propiciar la desestabilización de Europa, utilizando la mirada perdida de la UE y la mano zurda de Obama y el Papa Francisco. La UE ya está hoy viviendo las consecuencias de su zigzagueante e inútil diplomacia y los segundos, las tristes y desgraciada ocurrencia de amansar al tigre cubano y su fuente de financiamiento, la narcoguerrilla colombiana, que solo busca la impunidad de su negocio para finaciar su revolución. Sin contar para ello con el pueblo de Colombia que dijo no. Pero no fue escuchado y pronto vernos sus nefastos frutos.
La Europa que soñaron sus fundadores inspirados en el humanismo cristiano y al socialmdemocracia. No puede y menos debe caer en estás trampa-jaula marxista. La tolerancia democrática no puede convertirse en sumisión al enemigo, café para todos o el todo vale en política. Las consecuencias negativas están a la vuelta de laesquina y producirán más discordias.
