Cartas al director

¿desmontamos la tragedia? evitemos la farsa

 Y muchos serán los factores que deben colaborar en esta titánica tarea que hoy emprendemos los españoles con ayuda de la justicia. Unos, dando explicaciones de sus encubridoras alcahueterías y otros asumiendo sus responsabilidades, que las hay y ellas son cuantiosas y peligrosas para nuestra convivencia democrática y ese mundo globalizado que hoy disfrutamos y compartimos todos los españoles. Como consuelo para enderezar y corregir este terrible entuerto. Tenemos una democracia consolidada con todos sus poderes actuando y cada uno bajo la tutela y mandato de nuestra constitución y leyes. Controlando y supervisando cualquier desliz u amenaza como esta de hoy. la tragicomedia separatista de Cataluña, convertida hoy en principal desafío nacional que amenaza extenderse al resto de España amenazando la convivencia económica, social y política de todos los españoles. los tribunales de justicia están actuando oportuna y consecuentemente para dentro de lo posible con el respaldo de la Constitución y sus leyes, desmontar y castigar este sonado y desgraciado desvío o abuso...
nos falta evitar "la farsa" y su relato, o corremos el riesgo de asumir sus oscuras manipulaciones, lo que la izquierda radical ya pretende instalar reviviendo la Ley Allende, la que impuso en el año 73 al periodismo progre y que patentó Fidel Castro en sus universidades del terrorismo, ocultas hoy en su socialismo del siglo XXI. Lo que ya trasladaron a España con muchas complicidades peligrosas, una de ellas, el oligopolio de la información que no tiene patria ni partido político, juegan a los dos bandos o lo que venga. Pretenden con su deriva sin fronteras y escrúpulos morales y éticos, hacerle el juego a los separatistas y la izquierda radical para juntos y revueltos, jugar a la ruleta rusa de la política. Sin importarle que actúan al margen de la ley, ya que intentan con su perversión del lenguaje y métodos reñidos con nuestro ordenamiento constitucional. Romper España siguiendo los manuales que Fidel Castro patentó en sus universidades y trasladó al mundo revolucionario, utilizando falsamente la palabra democracia y libertad. Las que pisotean diariamente y asolapadamente intentan destruir con su falso relato mediático y lleno de falsedades. Ya lo hicieron al pretender hacerse pasar por progresistas cuando en realidad ellos odian y persiguen el progreso en libertad y democracia. Y es precisamente aquí donde todos los políticos contitucionalistas deben asumir sus responsabilidades y arrimar el hombro. Con nuestra democracia, el país y nuestra historia. Para evitar precisamente lo que tratan de poner en marcha hoy los separatistas y sus confluencias de izquierda. El relato de la farsa independentista, contado a su forma y manera. Escondiendo lo sucedido el 34. Utilizan su coartada mediática de antaño contra los que se oponen democráticamente a sus delirios separatistas. Ellos son, fascistas, franquistas o falangistas porque levantan la mano erguida. Los que levantan el puño cerrado son pacifistas. Viejo y añejo truco para confundir y llegar sin importar. El como con quien y para qué . Y es aquí precisamente donde estará el detalle como decía Cantinflas. No es descabellado nombrar al célebre cómico. Nuestra política necesita con urgencia la criba de muchos e irresponsables cómicos que la invadieron, disfrazados de políticos. Y deberán ser sustituidos por verdaderos patriotas con sensibilidad social, moral y ética, para servir a todos los españoles. Sin ambigüedad y equidistancia. Si de verdad queremos hoy conservar lo conquistado en estos cuarenta años de democracia que puede necesitar ajustes y cambios estructurales, pero nunca una ruptura violenta como algunos proponen y los ciudadanos ya desconfían de sus bondades y falsas promesas. Los ejemplos que los exhiben hoy son Venezuela y Cuba. Saquemos conclusiones, de verdad y sin apasionamientos espurios. 
Un país en pleno desarrollo democrático, en lo económico, social y político, no puede tolerar los extravío de una minoría que sin respetar las reglas del juego democrático intenta destruir nuestro Estado de  Derecho para instalar una república bananera y dividir España. Tal vez llegó la hora del despertar a esa mayoría silenciosa y silenciada por los cantos de sirena de los embaucadores de oficio, hoy ya puestos al descubierto al intentar destruir lo conquistado estos últimos cuarenta años con sangre, sudor y lágrimas. su defensa conservación  y mejora no admite dudas y menos la confusión mediática sin el más mínimo fundamento legal. Cuanto me recuerdan hoy aquellas palabras llenas de sentimiento y resignación de los paisanos que huían de Cuba en los años sesenta y llegaban a Venezuela despavoridos y buscando refugio. Éramos felices y no lo sabíamos. Como recordar es vivir y contarlo, una gran satisfacción para quienes amamos la patria desde la lejanía, compartiento alegrías y tristezas en los momentos más difíciles de nuestro destierro obligado, que combatimos y vencimos muchos. Sin aspavientos.