La misma no tiene desperdicio y puede despertar la conciencia y algo más a muchos periodistas en el mundo y en España también, ya que su relato no deja dudas sobre la penetración “ideológica y comunista” que sufrió la profesión en Venezuela que deja en muy mal lugar a quienes pretenden hacer hoy de su dignidad profesional y valentía un borrón y cuenta nueva para alcahuetear esta deriva que los pueda convertir en lacayos al servicio del mejor postor. Los errores de hoy y sus consecuencias ya están presentes. Veremos cuantos están dispuestos a rectificar oportunamente.
Este es el extracto de dicha carta: “En un informe con fecha 5 de septiembre de 2011 la Fundación CEPS que usted fundó y dirigió en Venezuela, asesoraba a Hugo Chávez para acorralar y encarcelar a periodistas, entre ellos me encuentro yo (Leocedis García). Dicho informe fue publicado por el diario ABC en España en fecha reciente. En el mismo usted recomienda tomar acciones conmigo, porque no voy a ‘escarmentar’ y así ya no podré presentarme como víctima. Efectivamente no escarmenté y fui detenido cinco veces y protagonicé una huelga de hambre histórica de 86 día y ya llevo un año de arresto domiciliario. De nada valieron los cuatro millones de euros que usted y su partido recibieron no solo por la accesoria, en mi caso además afectaba a miles de jóvenes venezolanos que protestaban en la calle para los que aconseja usted. En caso de conflicto callejero la actuación de los esbirros gendarme de la policía de interior, su lenguaje sutil y académico ocultaba sin lugar a dudas una recomendación (reprimirlos y sin piedad), y así fue. Escribió esta carta preocupado por su ascenso en la política española y mucho me temo que la gran mayoría de nuestros colegas periodistas en España ignoran todo ello, ya que pueden convertir en sus propios verdugos. Son tristemente los populistas quienes suelen usar conjuros en el verbo para que las naciones confundan la política con el arca de Noé. En condiciones de normalidad en un país donde la Constitución y sus leyes fuesen interpretadas cabalmente y sin sufrir mutaciones de conveniencia por jueces políticamente comprometidos y en la que los ciudadanos contaran con la garantía de sus derechos bajo poderes públicos independientes. De ser así Sr. Iglesias, usted sin lugar a duda estaría requerido por la justicia venezolana por los delitos de legitimación de capitales, cómplice necesario en los delitos de corrupción, y lo que es peor, asesor de un atentado a la libertad de expresión, como significo el cierre de (6º Poder, Grupo Editorial, que yo fundé). Como usted sabe me encuentro preso y acusado de toda clase de delitos comunes, práctica común de aquellos países comunistas que cuando llegan al poder ignoran a la oposición, la acorralan y meten en prisión. Hasta llaman asesino a Leopoldo López y a mi legitimador de capitales y traidor a la patria.”Ojalá los españoles no cometan el error de poner sus esperanzas en dictadores tumultuarios como los que usted representa, que solo el periodismo independiente y responsable democráticamente, que en Venezuela ha sido sometido y secuestrado. Quiera Dios que a usted lo escruten, lo desnuden y sitúen ante el espejo de la trasparencia. Mi deseo es que fracase en su intento de embaucar a España en este veneno terrible que ya nos hicieron beber a los venezolanos. Podemos e el PSUV, digo más, es su sucursal en España. Quien tenga ojos que vea y oídos que escuche. La tragedia que hoy viven los venezolanos y su periodismo en particular ya no acepta más triquiñuelas, las informaciones que hoy nos llegan corroboran el trabajo sucio que usted y su camarilla hicieron en Venezuela. Lo más triste es que ya están involucrando y contagiando a sus FF.AA. Ante esta nueva avalancha de despropósitos solo nos queda lanzar un grito al mundo libre, “Salvemos Venezuela y su democracia ya”!
