Cartas al director

una asimetría del terrorismo nos ofrece hoy Podemos y su combo

n  n  n La izquierda vive atrapada en sus desvaríos multiculturales, que ya provocaron este dislate que hoy vivimos y nos amenaza a todos, el terrorismo radical islámico. Son los hechos ocurridos los últimos días, quienes nos llenan de razones y contradicciones que ya nos acorralan y provocan en la izquierda española. Un nuevo mantra. Hay que combatir el terrorismo con diálogo social y multicultural para que nuestros jóvenes entren en la realidad, la que ellos y sus cómplices en la sombra, les ofrecieron los últimos años, que lleno de engaños,los llevaron a esta tragicomedia, de cómo matar seres inocentes por el mundo en el nombre de Alá y no pasa nada. Pero sí pasó el 11-S, 11-M y el 13-N, este último en Francia estos días.
Son los mismos que, fingiendo ser demócratas y defender la patria, arremeten despiadadamente contra nuestros cuerpos y fuerzas de seguridad desplegadas en nuestras fronteras, para evitar la entrada masiva de indocumentados, entre ellos también se cuelan los  terroristas islamistas. Viene a mi recuerdo un reportaje ilustrativo sobre el control de los emigrantes en Discovery Max el día 20 de noviembre, y los controles estrictos, rigurosos y permanentes para la entrada de emigrantes en Australia y Canadá. Ello me recuerda el que yo viví el año 1957 a mi llegada a Venezuela, donde nada quedaba al azar, sobre lo que eras y venías a buscar. Los hombres de trabajo y voluntad superadora no tenían problemas para trabajar honestamente y luego integrarse. Los crearon y corrompieron al país, aquellos que a la sombra de la complicidad y los atajos políticos corruptos permitieron aquella invasión de indocumentados a Venezuela en los años ochenta. Cinco millones de indocumentados, quienes asustados, reclamábamos la ambigüedad de algunas autoridades. También éramos acusados de xenófobos, o propagandistas del odio emigrante. Así nos enfrentaron a legales con ilegales, era el discurso manido que utilizaba la izquierda y sus cómplices que controlaban el negocio. Hoy en España, hay un solo valiente dentro del PP, García Albiol (PP de Cataluña), y lo dejaron solo. Así nacieron y crecieron todos los guetos mafiosos en Venezuela, que no tardaron en convertirse en quebraderos de cabeza para la sociedad y sus autoridades, pulularon sin control los cinturones de miseria que ellos fabricaron y convirtieron en centros de guerrilleros urbanos, saqueos del 89. Los que elevaron a Chávez y su combo marxista internacional, a la categoría de colectivos para la defensa de su revolución de fantasías y miserias, que ya secuestró y arruinó aquel país, y eso es lo que pretenden trasladar a España hoy, Podemos y sus lacayos.
Los españoles tenemos un reto y un gravísimo problema hoy. Si observamos con detenimiento las desconcertantes declaraciones de algunos líderes de la izquierda en funciones del gobierno, y que deberemos dilucidar el próximo 20 de diciembre con nuestro voto, escogiendo bien al nuevo presidente, y tendremos que decidir entre quienes pretenden hacerle el juego a los enemigos de la patria, islamistas radicales, separatistas y marxistas comunistas, todos unidos por un mismo fin, la destrucción de nuestro sistema de convivencia democrática, con la firmeza de la razón y las leyes, esta situación, para garantizar la grandeza y unidad de nuestra patria. Vencer no significa convencer, esto último requiere un trabajo político, convincente y claro, donde la regeneración política y el pedir perdón por los errores u omisiones, no se conviertan en flor de un día y pese al olvido, no mas llegar al poder. Tal vez ello facilite la reconciliación que hoy necesita y pide a gritos nuestra patria, para enderezar el rumbo y despejar incógnitas y dudas sobre nuestro futuro, que ya inició el despegue  económico, pero no entró todavía en la órbita social de todos los ciudadanos. Solo el trabajo y sacrificios compartidos nos despejará el camino y juntos lograremos una patria justa, democrática, unida y libre, si respetamos sus reglas de juego y leyes que la custodian.
Lo decía Don Manuel Godoy: "Yo no sigo, sigo si, la senda y justa causa que sostiene a mi patria libre, unida y democrática".