Cartas al director

El paseo da Seara en Moaña

Sigue creando problemas y polémicas por la poca o nula atención de las autoridades competentes permitiendo deliberadamente que un deseo mayoritario respaldado por 12.000 firmas se convirtiera en centro de discordia y perturbación de un pueblo cuyas consecuencias lamentables toman hoy características violentas con el incendio sucedido (10-06-2017) en la nave de Casqueiro y centro de la polémica que hoy rodea a dicho paseo. El mismo deberá ser esclarecido y castigados los culpables, si los hay, por la justicia, por estar en juego la tranquilidad política y social de nuestro pacífico pueblo.
Los deseos son solamente deseos si no vienen acompañados de los requisitos indispensables y políticos que puedan transformarlos en realidades, y este drama político, que ya involucra directamente a todo el pueblo de Moaña, deberemos analizarlo con sentido común y dentro de los posible, alejarlo del apasionamiento ideológico que casi siempre se utilizará como arma arrojadiza por unos y otros para enquistar los conflictos sociales, pero no resolverlos en el tiempo y forma como la mayoría de vecinos desean y aspiran. Ya que algunos terminan perturbando la convivencia de los mismos y no se ajustan a derecho.
Lo que mal se inicia, mal acaba. Sabio refrán que se ajusta a lo sucedido, tanto con la presentación del proyecto como sus respectivos permisos y ejecución que lo llevaron a su paralización. ¿Ya olvidamos lo que sucedió hace seis años con el catastrazo de Moaña? Quienes en él nos involucramos, nunca recibimos explicaciones del porqué no se buscaba una negociación política que evitara o minimizara el conflicto. Era órdenes de la dirección y punto, hay que seguir. Los resultados y sus consecuencias todos las conocen y algunos siguen pagándolas hoy. Los responsables se fueron de rositas y los moañeses siguen pagando hoy aquellos aumentos desmesurados. Este nuevo conflicto ya cobró su primera víctima material y solo queda esperar las investigaciones pertinentes que determinarán tanto las causas del incendio, como los incendiarios provocadores si los hay. A ello, debe unirse y sin vacilaciones, la condena unánime de un pueblo que clama por su paseo. Eso sí, ajustado a la legalidad y la verdad de los hechos que todo esto ya provocaron.
Fabricar plataformas irresponsablemente para tapara errores clarísimos y sin dar explicaciones es hoy lo que tiene enfadado al pueblo, y quienes fueron engañados, recogieron firmas y los sacaron a la calle a protestar que si tenían alguna duda por la paralización de la obra. Se las dieron las autoridades competentes con su paralización por falta de los permisos correspondientes para su ejecución. Aquí se inicia el verdadero problema que alguien deliberadamente les ocultó los subsiguientes, es obra y gracia de la actual alcaldesa, que tiene la obligación de arrimar el hombro y en lo posible, evitar que todo esto, siga su escalada de violencia y engaños masivos.
No es hora de esconderse y hacer como la avestruz o los músicos del Titantic. Tanto la dirección del PP, la Xunta de Galicia, el Gobierno nacional y la alcaldesa, tienen que actuar conjuntamente con la justicia y resolver este conflicto social y político que vie el pueblo de Moaña, así como ya están resolviendo con un coste muy elevado, el del túnel de Domayo. Este y su repercusión es mayor y su coste mínimo. ¿A qué esperan para ponerse manos a la obra y subsanar los errores y complicidades que tanto daño están causando al pueblo de Moaña?
La justicia del proletario no es justicia. Es ajuste de cuentas por motivos políticos o religiosos y Moaña, no merece estar en esa macabra lista. Condenemos unidos lo sucedido hoy con la nave de Casqueiro, sin el aditivo político de costumbre. mañana puede ser tu propia casa o bienes. Dejemos que la justicia actúe con celeridad para restituir  nuestras aspiraciones dentro del ordenamiento jurídico vigente.