El Frente Popular, del cual uno de sus socios, el PSOE, estos días celebra el asesinato de Calvo Sotelo, entre otros, origen de la Guerra Civil española, por medio de la ministra del ramo va a reformar la Ley de Igualdad de forma que la mujer tenga que dar su OK ante una relación sexual; caso contrario, se considerará violación de la libertad de ésta sujeta denuncia judicial.
A la "miembra" gubernamental le pregunto, todas sus relaciones con marido, amantes o guardaespaldas fueron con su previo asentimiento, ya que, según su teoría, podrían ser denunciados por abuso sexual. En caso de denuncia, qué documentación habrá de aportar el varón como justificación del asentimiento de ella. Vale una grabación con videocámara del acto notarial o un documento del momento firmado por dos testigos u observadoras.
Considero que una grabación es antinatural por romper la magia del momento, al tener el cámara que abandonar su posición. Las fotos me parece un desatino por la publicidad de un acto íntimo que pone en la pi cota a los actores. Un escrito firmado donde permita al apareamiento no me parece factible porque puede alegar que fue coaccionada para firmar el tal. Me queda la conformación de las dos testigos u observadoras, tienen que ser forzosamente bolleras, que además podrían sumarse al acto. Crearán un registro público, para un acto privado, donde la pareja tenga que anotarse antes del himeneo. Luego, que puede mostrar el varón, caso de denuncia, para su defensa.
Analizando pros y contras de tal medida, llego a la conclusión de que la mujer va a tener difícil el fornicio por temor del hombre a la denuncia post-acto. Siempre les quedará el alivio digital o recurrir a los artilugios sexuales. Ellos, castigando la cartera, lo tienen más fácil.
En lugar de que ellas puedan ejercer su libertad, parece que la ministra quiere meter mano para que, dado el desaforado aumento de la coyuntura, aumenten las castas y puras. Con la idea expuesta por la ministra, aparte de cercenar la libertad individual de la mujer y el medio para calmar sus deseos naturales, vana florecer prostíbulos y dinero ilegal.
La parida de la ministra, aunque más parece un aborto, a las interesadas defensoras de los derechos de la mujer, pero callan ante la situación de éstas en los países musulmanes, les parece bien que coarten la libertad individual de sus supuestas defendidas. De no ser así, por qué no se manifiestan como acostumbran por otros temas de menor enjundia que ellas y sus mecenas cargan de interés y elevan a protesta callejera. O es que, cuándo la libertad individual es coartada por la izquierda, es bueno para la ciudadanía. La subvención ahoga la coherencia.
