Su irregular comportamiento democrático para nada sorprende a sus "lacayos comunistas", sí a los demócratas del mundo que observan y ven resurgir de nuevo en España aquel cainismo sectario y llno de resentimientos, odio y rencor para confundir y secuestrar al adversario político como el enemigo a exterminar. Tristes recuerdos de un pasado que algunos pretenden revivir ocultándonos buena parte de sus pasadas andanzas y que de nuevo intenta repetir con un instinto de venganza. Sé que estos calificativos suenan muy duros, lo acepto y asumo la responsabilidad, pero sé que reflejan la realidad que muchos ya vivimos y hoy alguien trata de ocultarlas con toda naturalidad, complicidad y cobardía. Pero ante todo, los españoles debemos saber la verdad sobre estos tránsfugas que hoy y disfrazados de salva patrias o revolucionario de bolsillo ancho y largo, fueron amamantados, protegidos por un partido político, el PSOE, al que hoy ya amenazan con borrarlo del espectro político y asaltar sus sentimientos ideológicos y democráticos. Así paga el diablo a quien le sirve...
Podemos se engendra en aquellos tristes años ochenta donde nuestra educación y las universidades españolas son tomadas por asalto, por la izquierda revanchista, que dirigía el PSOE, que permaneció oculto o exilidado en los años de la dictadura de Franco. Son los mismos que hoy llenos de cinismo, siguen utilizándolo para satisfacer su afán de venganza que no se detiene en el tiempo. Y siguen con el viento de cola, ayudados por los complejos y cobardías, asumidos por una derecha cómoda. Ellos, con sus marchas y contramarchas, van a lo suyo. Tal vez los frenaría la caída del Muro de Berlín que trastocó sus planes revolucionarios instalados en Cuba, para iniciar así una nueva revolución sin fusiles pero con el poder del populismo ilustrado, puesto de moda por el nuevo comunismo disfrazado como socialismo del siglo XXI. Su financista de cabecera sería Hugo Chávez y su revolución bonita. Los años 2000 es la fecha clave para enviar los alumnos más destacados de la Universidad Complutense de Madrid, para asesorar y perfeccionar sus teorías comunistas en Venezuela y ponerlas en práctica. los agraciados fueron Pablo Iglesias, Errejón, Bescansa, Monedero, Torres, Serrano y otros de menor importancia, bajo la bandera socialista. De aquel "trabajo solidario de camaradas" saldrían los traidores, por la influencia de Chávez, para ampliar su revolución a Europa, empezando por España. Así nació y distanció Podemos su aptitud y comportamiento subsiguiente lo dicen todo y no debería de sorprender a nadie, salvo a aquellos que fueron sus alcahuetes y ocultaron a todos los españoles el desastre que se estaba fraguando en Venezuela con sus "ayuda política". Y deberían tener presente aquel sabio refrán: "Cría cuervos y te sacarán los ojos". Los vientos huracanados por ellos creados, ya son hoy tempestades de miseria y conflictividad social que hoy azotan aquel sufrido pueblo, y llenos de cinismo pretenden hoy trasladar a España.
¿A quién le sorprende la aptitud de Podemos hacia el régimen imperante en Venezuela? Que desprecia y pisotea los derechos humanos que hipócritamente dicen ellos "defender", o el silencio cobarde hacia nuestros emigrantes retornados (5.000), que son pensionados y jubilados de aquel país y ya tienen catorce meses sin recibir su pensión, y ninguno de sus políticos se ocupa de ellos? Mientras hacen aspavientos demagógicos con quienes pretenden asaltar nuestras frontera y promover el terrorismo islámico. La prueba más evidente es el negarse a firmar el rechazo y condena conjuntamente, todas las fuerzas democráticas (a río revuelto, ganancia de pescadores). Esa ramplona teoría ya la aplicó Chávez y sus resultados no solo asustan y deberían llamarnos a una profunda reflexión si queremos poner a salvo nuestro país del comunismo, al que deberemos de combatir, no asumiendo sus bravuconadas llenas de contradicciones y mentiras, sino contrastando ideas y programas democráticamente en su feudo de la calle. "Con valentía y sin complejos, el tiempo y la realidad se encargarán de los demás." Rafael Caldera.
