Cartas al director

La sumisión voluntaria es la más infame

 Padecemos perversas corrupciones “ad libitum” y sin efecto para los bellacos. La constitucional debido a la politización de órganos judiciales; la financiera causada por el cambio normativo que hasta la llegada del PSOE regía para las cajas. En cambio permitió acceder a filibusteros políticos y sindicalistas a la dirección de las mismas. Resultado, saqueo de las cajas. Paganos de sus desmanes, desfalcos y robos, los ciudadanos. La del ladrillo, mitigada inflando los activos tóxicos bancarios con otras y viviendas de empresas insolventes y la del gasto público. Es más, éste sigue creciendo. Por ello el colosal aumento de impuestos directos e indirectos, mientras nada hacen para rebajarlo cerrando empresas públicas, TV, embajadas y eliminar los 35 mil liberados públicos, etc. Y mientras la casta política y adláteres en coyunda  se enriquecen, la ciudadanía empobrecida, desempleada y con negro futuro.
Porque es más fácil engañar a una colectividad que a un hombre, los perjuros, populistas y demagogos nos venden buenismo y relativismo político y Memoria Histórica. Esta no es memoria ni Historia, sí un volteo interesado para imbuir a la sociedad desde la infancia, de mentiras disfrazadas de verdad y dividir al sociedad.
Auguro un mal año para empleados y parados, toda vez que el PP, el PSOE y los gorrones sindicatos van a cambiar la última reforma laboral. En lugar de mejorar la actual, para bien del empleo, van a hacer lo contrario. El interés sindical es volver a los convenios del sector anulando los actuales convenios de empresa. Con ello los taimados sindicatos y sus matones logran más visibilidad a sus motines a costa el cierre  de empresas. Es decir, defender, y mal, a los que trabajas con desprecio por los parados.
Creí que las asociaciones vecinales se creaban para defender a los vecinos de las tropelías políticas. Con el tiempo salí de mi ensoñación y me di de brucen con la realidad de la inutilidad de las tales. Pues, antes de exigir solución a los problemas de sus afiliados, les ocupa más la subvención que les mantiene el chiringuito. 
Tampoco les importa la desigualdad oficial entre ciudadanos, que nutramos a cinco administraciones más los parásitos sindicatos o la exclusión del castellano y bandera nacional.
Por corrupción en la cúpula judicial, fiscal y policial, vivimos en un régimen autócrata y dictatorial, en lo político y fiscal, donde ejercen impunes actor secesionistas, latrocinio y tradición a la nación con ilegales referéndums. Y la mayoría de los medio turibulando por ser cómplices o cipayos de los poderes.
Seguirán tratándonos cuales vasallos, mientras toleremos que en este seudo Estado de Derecho, Constitucional, Ley y tributos no se apliquen en igualdad para todos.