Cartas al director

Fiestas religiosas en A Ramallosa

n  n  n Los próximos días 15 y 20 de enero se celebran las fiestas en honor a San Amaro y San Sebastián en al capilla de San Campio a orillas del río Miñor.
El día 25, a las siete de la tarde en la recoleta capilla, habrá la Santa Misa en honor del milagreiro San Amaro. También el día 19 y 20, el 19 a las siete de la tarde y el 20 a las 10 de la mañana por la intención de San Sebastián, que es la festividad del Santo Milagreiro.
No sé si Don José Manuel Lence, párroco de San Pedro de A Ramallosa, nos obsequiará con lo tradicional de estas fiestas, los higos y uvas pasas, todo ello regado con un buen vino dulce. 
Esto último siempre fue costumbre de los devotos y que acudían a los bares de la zona para reponer fuerzas. No quiero apartarme tampoco de lo que hacía que mucha gente de los alrededores acudiesen A Ramallosa, pues fueron los paisanos que desde los barrios y parroquias próximas se acercaban a vender en esta romería, lo que sí era el fuerte, la venta de los mimbres “Os Bímbios”, los cuales se empleaban para hacer cestas, capachos, nasas para la pesca de las nécoras, o bien para atar o sujetar en las podas de los árboles o atar las viñas. Aquí si que os rapazes de A Ramallosa, lo bordábamos como nadie, los vendedores colocaban sus mercancías en la calle Manuel Lemos, en ambos lados, cuando estos estaban entretenidos nos acercábamos y encontrarse en cuesta abajo, solo le dábamos un empujón y rodaban carretera abajo esas hileras de los mimbres con el enfado general de aquellos vendedores, pero esa fue la costumbre. Tampoco quiero dejar atrás aquellas fiestas con esos gaiteiros que daban ese sabor de romería en el centro del pueblo. Gaiteiros famosos, Los Verderoles de San Pedro, los Terribles de Donas, los Moreno de Vigo, o las bandas de música de Baiona de Gondomar o de San Miguel de Oya, todo ello hacía que estábanos “troula”.
Espero y deseo que mi párroco José Manuel Lence tenga a bien el invitarnos para renovar y recordar aquellos momentos que muchos vecinos de la parroquia se acuerdan y lo vivirán como si fuera antaño. 
Estaremos, no lo dudeis.