Hace algún tiempo yo había pedido que los alcaldes del Valle Miñor, incluso el alcalde de Santa María de Oia, tendrían que exigir un Juzgado de Primera Instancia e Instrucción. ¿Cómo otras poblaciones cercanas tienen dos o tres juzgados? No me cabe duda alguna que no se tiene voluntad política por parte de los señores alcaldes de Baiona, Gondomar y Nigrán, incluso Santa María de Oia por su proximidad, no existe esa unión aún siendo de distintos colores políticos para conseguir ese deseado juzgado de 1ª Instancia e Instrucción. Contamos con más de cincuenta mil habitantes, disponemos de tres notarías, centros comerciales e industriales y ahora mucho más, contamos con ese grandioso complejo industrial Porto do Molle, donde las industrias instaladas algunas son de alta tecnología.
Cumplimos todos los requisitos según la Ley 38/1988 del 28 de diciembre, de demarcación y planta judicial en su anexo II, art. 24 de la Constitución española. Por lo tanto, tenemos que terminar con ese déficit histórico de abandono de la Justicia en el Val Miñor. Nos avalan esos más de cincuenta mil habitantes en una superficie de 15 kilómetros de radio. La cifra de los habitantes viene dada por el número ideal de habitantes en proporción a cada juzgado que se estima en 25.000 habitantes. Por lo tanto, nuestro populoso Valle Miñor lo cumple. Reivindicamos un Juzgado de Primera Instancia e Instrucción para el Valle Miñor, con la sede en A Ramallosa, centro neurálgico de la comarca miñorana, por ser de derecho y de justicia y cuya petición se hizo al que fue conselleiro de Xustiza e Interior el tudense Sr. Diz Guedes.
A ver si la flauta suena, por ley y tenemos el deseado Juzgado para el Valle Miñor y también para Santa María de Oia. Lo deseo y lo espero, como miñorano y como vecino de A Ramallosa.
