n n n El pasado domingo mis sobrinos Begoña y Víctor cumplieron esos 25 años de casados. A las doce y media en la recoleta capilla de San Campio, situada en el parque del mismo nombre. Muchos fuimos los invitados para acompañar a este matrimonio, como no podía ser menos, a su hija María, que compartió una lectura del Evangelio; en esta Misa de acción de gracias por esos años de unión de sus padres y a los que todos los invitados desearon que puedan cumplir las de oro y platino.
A la salida de la Santa Misa, el matrimonio recibió una gran triada de arroz sobre sus cabezas, como costumbre arraigada en el Val Miñor. la ceremonia la celebró el sacerdote Don Ángel, de tierras poriñesas, el cual pidió que todo ese amor fuese compartido con la hija de ambos, María.
En esas lecturas también ley´`o un pasaje del Evangelio, Mercedes, amiga de la familia.
Más tarde, todos los invitados acudimos a una gran comida en tierras de Baiona, concreteamente en Baiña en casa paco Durán, donde las atenciones y servicios, lo mismo que los manjares extraordinarios, un 10 para Paco. El lugar de ensueño donde las vistas a nuestra ría no puede ser mejor. Con la entrega de regalos a los novios, alguno de los invitados cantó por todo lo alto, no podía ser otro que el rey de las bicicletas de Ciclos Palacios de A Ramallosa, mi hermano Alfonso.
Quiero felicitar una vez más a mis sobrinos Begoña y Víctor, a mis hermanos Manolo y Manola, alo mismo a todos los familiares que acudimos, y que podamos acudir a las bodas de oro.
Un abrazo, sobrinos e incluyo a María su hija.
