Cartas al director

Han llamado a la puerta

No hablamos de lo mismo. Esto parece la noria, vueltas y vueltas. Unos que si el ridículo sería internacional. Otros, que si error monumental. Lo cierto es que nadie acierta. Lo que Cataluña quiere, algunos catalanes, es ser ciudadanos de primera. Y sacar tajada. Y que los demás, andaluces, extremeños, castellanos, valencianos, aragoneses, gallegos, murcianos..., seamos de segunda, o tercera. España es una nación más bien pobre, viajando se ven la cantidad de terrenos sin provecho ninguno.
No tenemos minas de oro. Tampoco petróleo. Y Cataluña, de lo poco que hay, lo quiere odo. Lo necesita. Para expandir el catalán por los cinco continentes hacen falta muchos cuartos. Y los demás que arreen con lo que quede, si queda. Hay tipos insaciables. Ya Franco lo vio venir, y dio lo textil a Cataluña, y la industria pesada a Vizcaya. Pues no, ni para empezar.
Ese es el problema y no otro. Si a ciertos catalanes los metieran en la cárcel y con un bozal en la boca, todos respiraríamos. Pero la democracia no lo permite, cada quisque puede decir cuanto le venga en gana. Y es mejor así, pues las dictaduras, en que solo habla uno, peor. No recuerdo quién, pero acertó el que dijo que todo puede empeorar. Es bien claro que hasta que no lleguemos al cielo, problemas. Uno tras otro. Ya cuidará Artur Mas de que sean más, nunca menos. Que no falle el apellido, sobre todo. Y lo satisfecho que se le ve, da gusto. Creo que fue Ortega y Gasset quien dijo que el problema catalán no tiene solución, que solo cabe conllevarlo. Y así seguimos. Es seguro que no quieren la independencia, qué va. A España le haría daño, pero a Cataluña más. Y tan tontos no parecen. Lo que quieren es sacar tajada y arreglar el lío económico que se han montado. Y apuran. El sofoco vendrá si se pasan de rosca.
¿No les ha visitado aún nadie hablándoles de los puntos que tienen y empeñados en regalarles un collar, una sortija, por el mero hecho de haber atendido su llamada? Pues felices ustedes, ya les llegará. Es la plaga actual. Si no les abren la puerta mejor, ese sofoco se ahorrarán. Cuesta seguirles el montaje que explican, todo ventajas. Pero recuerden, todos estos espabilados, al lado de Artur Mas, aprendices. No es tan fácil ser un buen trilero.