Cartas al director

Los príncipes de la ingratitud

 Bueno, de momento no hay queja, que parece que poco a poco vamos volviendo a tiempos de pre crisis, debido en parte al acierto de los gobernantes y por otro lado gracias al espíritu indomable del pueblo de Vigo, tratando todos juntos de dinamizar y revitalizar la ciudad de Vigo, pero sabiendo que es a costa de otras ciudades de la competencia que no voy a citar aquí, pues todos sabemos quienes son y de que pie cojean y de como se la gastan con nosotros.
De momento podemos pasar página sobre el tema e incidir en el ámbito local de las luchas de palacio e intrigas que vemos en las discotecas y por extensión a gran parte de la hostelería; dicen por ahí que los tiempos están cambiando, pero no han cambiado lo suficiente todavía, pues seguimos aquí con las rivalidades y las luchas de poder al igual que los celos enfermizos a aquel que el éxito ha logrado o aquel que tiene algo que aportar o quizás igual a aquel que tiene una idea sugerente o innovadora, que de estas últimas andamos un tanto escasos para el desarrollo que si que andan a cuchillo por ver quien se lleva el gato al agua y sobre este delicado asunto de la sinrazón y el odio a la familia rival me acuerdo de hasta donde puede llegar el susodicho entuerto y cito aquí a la obra de Shakespeare "Romeo y Julieta", también de las miradas desafiantes y el matonismo provinciano que parece salido de la película "El planeta de los simios" a los cuales ni les quito ni les doy al razón, pero como ya decía Siniestro Total, "Mucho músculo-poco cerebro" y que algo hay que hacer para dignificar a la profesión y siendo vds. referentes como locales de hostelería, debían dar ejemplo favoreciendo los derechos de los trabajadores y no mandarlos al matadero.
La ética y los valores deben regir en las actividades relacionadas con la atención al público que su convenio parece salido de la época de la esclavitud.
Para terminar mucho trabajo para todos y mucho dinamismo que es lo que le pido a los Reyes Magos y que "Cada palo que aguante su vela", y que ya decía la Biblia que "No desearás la mujer del prójimo", Chao.