Cartas al director

Los cazadores quieren cazar y los animales vivir

Hace unos días pude ver a través de los medios de comunicación una manifestación de cazadores muy molestos con la existencia de un sector de la población, cada vez más grande, que opina que la caza es un asesinato, que los animales son seres vivos que sienten,  que hay que respetarlos y no matarlos, y que la actividad cinegética debería prohibirse. A groso modo se podría decir que estaban molestos con aquellas personas que tienen una forma de pensar muy diferente a las suyas.
Yo me hago cargo de que las tradiciones en muchísimas ocasiones nos impiden reflexionar con libertad sobre esto o lo otro, también sobre la costumbre de cazar, pescar y divertirnos con los animales. Sin embargo, permítanme expresarles mi opinión al respecto suponiendo que con toda seguridad la mayoría de cazadores de España son católicos, lo que significa que conocen el quinto Mandamiento dado a través de Moisés, que dice: “No matarás”. Sé que la opinión de la mayoría de católicos, incluso la de las iglesias, es que este Mandamiento se refiere a no matar a personas, incluso es posible que afirmen que su significado es que no se debe asesinar a nadie, lo que da un matiz muy interesante a su interpretación. Sin embargo para mí que soy cristiano, pero ya no católico desde hace muchos años, el Mandamiento “No Matarás” significa sencillamente que no se debe matar, sin buscar interpretaciones que nos convengan más o menos. Es decir en mi opinión no se debe matar ni asesinar a personas, tampoco a animales en los bosques y campos, ni a peces en los mares y ríos, ni toros en las corridas, ni cerdos, vacas, borregos, cabras, conejos para ser devorados por nuestro paladar insaciable. Pues hoy que he aprendido que Dios es la vida en todo el universo, he llegado a la conclusión que lo es también en cada animal, lo que significa que también debo respetar la vida en cada ser vivo.
Sé que muchos no lo ven como yo, sin embargo me gustaría decirles que los animales no son objetos que están a nuestra disposición, los animales son criaturas de Dios, nuestros hermanos menores. Para los que se consideran cristianos seguro que no les será difícil recordar las siguientes palabras de Jesús de Nazaret: “Aquello que hagáis a la más pequeña de mis criaturas, eso me hacéis a Mí”, frase que tampoco se presta a interpretación alguna.