Cartas al director

El espejo de la navidad

n  n  n Si todos pudiéramos mirarnos en el espejo de la Navidad, y comprendiéramos la necesidad de dar un gran cambio en nuestras vidas, alumbraríamos un nuevo hombre o al menos dejaríamos a un lado todas esas cuestiones o formas en nuestra vida que vemos reflejadas, que nos molestan, o nos impiden avanzar en la trama de la vida. La vida es bella, la Navidad una ilusión, una alegría, y a la vez un espejo que nos invita al cambio. Sin embargo nos preguntamos ¿por qué la ternura de la Navidad, el amor que representa la hemos reducido a la fiesta y al consumo exacerbado? 
Pedimos tantos y tantos derechos, señalamos con el dedo a fulano, criticamos a tal otro, pero: ¿construimos realmente el mundo, la ciudad, el barrio, la escuela, la familia, el hogar, el sendero, el árbol? O simplemente corroboramos lo que dice el espejo, molestamos al vecino, somos espinas en el camino, y siempre exigimos el interés y el derecho. Yo sueño con una nueva ciudad, una Utopía parafraseando a Sir Tomás Moro, donde el espejo del Espíritu navideño cambie el mundo, y simplifiquemos el mundo, la vida, busquemos lo esencial, con humildad y alegría.