La serie "Por 13 razones" se ha convertido en un fenómeno a nivel mundial. Una serie con una temática que levanta ampollas y da visibilidad a una problemática bastante incómoda: el acoso escolar y su relación directa con el suicidio adolescente. Y lo hace de manera explícita, sin ocultar nada. Entre los profesionales de la salud hay diferentes opiniones, desde quienes la ven como algo positivo para sacar a relucir un tema tabú, hasta quienes piensan que expone a los espectadores a riesgo de suicidio.
Lamentable me parece la decisión de un instituto canadiense que ha prohibido hablar de "Por 13 razones" dentro del centro educativo. En vez de aprovechar la ocasión que se ha generado para dar apoyo a los jóvenes y tratar abiertamente un tema complicado de afrontar, se prohíbe, se oculta y se deja el problema fuera de los centros educativos. Mientras tanto se extiende a nivel mundial el reto de la "Ballena Azul", que a través de diferentes pruebas conduce a los participantes al suicidio. Un reto que se nutre del silencio y de la soledad de sus víctimas. Víctimas que quizás hoy no lo serían si hubieran hablado del tema con alguien.
