Cartas al director

fátima

El próximo 13  de mayo se conmemora  el centenario de la primera aparición de la Virgen  María a los pastorcitos en Fátima. La celebración  estará  presidida  por el Papa Francisco,  que en ese mismo acto canonizará a Jacinta y Francisco Marto. Serán los primeros niños no considerados mártires declarados santos. El milagro por la intercesión de ambos niños y por el que se ha podido decretar la canonización, ha sido la curación de un niño brasileño.
El Papa Benedicto XVI  nos exhortaba  a  todos:”Aprended el mensaje de Fátima,  vivid el mensaje de Fátima, divulgad el mensaje de Fátima”. María nos apela  a  vivir una auténtica vida  cristiana, obedeciendo  los mandamientos de Dios y cumpliendo  los deberes inherentes a  nuestro  estado de vida. María  nos dice que tenemos que rezar mucho, todos los días,  especialmente el Rosario. Finalmente, la  Señora del Mensaje nos insiste en que hagamos sacrificios por la conversión de los pecadores. El “hágase en  mí  según tu palabra” continúa influenciando el devenir de la  historia. Cuando rezamos el Rosario, María  nos ofrece su  corazón y su  mirada  para contemplar la   vida de su Hijo.
En  mayo de 2.010, Benedicto XVI  proclamaba  en Fátima que Cristo  es como el fuego en “la  zarza ardiente, que otro tiempo atrajo  a Moisés en el Sinaí,  y que no  deja  de seducir  a  los que perciben  una  luz  especial en  nosotros, que arde sin  consumirnos. Por nosotros mismos, no  somos más que una  mísera  zarza, en la que, sin  embargo, se ha  posado  la gloria de Dios.” El Papa recordaba las descripciones que los pastorcitos hacían  de ese fuego: ”Jacinta  exclamaba ¡Me gusta  mucho   decirle  a Jesús que lo amo. Cuando se  lo  digo  muchas veces, parece que tengo un  fuego  en el pecho, pero  no me quema! Y Francisco  decía: Lo que más me ha  gustado de todo, fue ver a Nuestro Señor en aquella luz que Nuestra Madre puso en nuestro  pecho.” Todos estamos invitados a  contemplar  el rostro  de Cristo. Cristo  es la Piedra   Angular, el Salvador, y la Virgen  de Fátima  es el pilar para  los tiempos de hoy, en los que también se libra  una  batalla   entre el Bien  y el Mal. El poder de Satanás fue  roto  por  la  muerte y resurrección  de Cristo  y esa  salvación  está  disponible para todos  y cada  uno de nosotros. Tenemos la  victoria  en  Cristo, pero  el auxilio  en  las batallas en la Virgen  María.  Decía   San Juan Pablo II  durante la  homilía   de beatificación   de Jacinta   y Francisco  el 13  de mayo  de  2.000:”El mensaje de Fátima es una  llamada   a  la conversión, alentando  a  la Humanidad para  que no  siga   el juego del “dragón”, que  con  su “cola”  arrastró un tercio  de  las estrellas del  Cielo y las precipitó sobre la tierra.”