Cartas al director

Deslegitimación intelectual y política del nacionalismo

n  n  n Al parecer durante una cacería, el rey Alfonso XIII decidió permanecer a la sombra para así poder descansar y aliviarse del sofocante calor, mientras sus compañeros continuaban con la actividad. Poco después se paró frente a él un campesino, quien le preguntó al monarca si era verdad que por allí andaba el rey y de ser afirmativo le podía indicar quién era, pues le gustaría conocerlo personalmente. Alfonso XIII pidió a aquel hombre que lo acompañara hasta donde se encontraba el resto de cazadores y podría averiguar quién era el rey porque todos estarían con sus cabezas descubiertas menos él. Al  alcanzar al resto de la partida, todos se descubrieron ante el rey a excepción del campesino. "Ahora ya sabe usted quién es el rey" comentó Alfonso XIII. A lo que el hombre contestó: "o es usted, o soy yo, porque somos los únicos que seguimos con el sombrero puesto". 
Valga la anécdota cuya veracidad pongo en duda, para compararla con el manifiesto contra el secesionismo catalán, engendrado en los pasillos de FAES, encabezado por Vargas Llosa y titulado Libres e iguales. Los suscribientes al final del mismo se dirigen a todos los ciudadanos españoles: “Les pedimos que trabajen organizadamente por la deslegitimación intelectual y política del nacionalismo y que se movilicen con nosotros en defensa de la comunidad de libres e iguales que es responsable de la época más justa y fértil de la historia de España”. 
Si el mismo campesino apareciera nuevamente y preguntase por el nacionalismo que hay que deslegitimar intelectual y políticamente. No sería fácil la respuesta. ¿No son legítimos los partidos nacionalistas con representación parlamentaria? Acaso el de Salvador Espriu que en La pell de brau, Madrid, Cuadernos para el diálogo, 1968, pag. 174. escribía: “al iniciarse la guerra civil, yo me sentía republicano y partidario del concepto de una España federal. Por tanto, no deseaba entonces, ni deseo ahora, el enfrentamiento sino la concordia. Sufrí mucho, espiritualmente, porque sufrí por ambos bandos". Quizá el de Castelao: “La lucha noble y leal de las ideas es lo que asegura el progreso… Vale más una tierra con árboles en los montes que un Estado con oro en los bancos”, o el de Aresti: “Sólo es español quien sabe las cuatro lenguas de España”.  Escritores aludidos por el actual monarca en el discurso de proclamación. 
Habría que responderle al campesino que el que lleva el sombrero en esta ocasión es determinado nacionalismo exacerbado español, tanto o más excluyente que cualquier otro,  aunque eso sí, habla catalán en la intimidad cuando se precisan apoyos para gobernar en minoría y denomina Movimiento Vasco de Liberación a los terroristas de ETA cuando se entablaban diálogos con la banda.