Después de los años transcurridos desde aquel 28-12-1993 con aquella sorprendente intervención de Banesto, todavía para mí no está nada claro aquello, cómo un banco que gozaba de buena salud en el mes de junio, aparece con un agujero, decían, de 600 mil millones, no podía creer aquello. La intervención trataron de justificarla diciendo que el banco había perdido todo su capital y reservas, eso quiere decir que el valor del banco era cero. Como el Banco de Santander y con información privilegiada paga el mes de mayo de 1994 por el 73% del capital del banco 280.926 millones de pesetas con talón del Banco de España, que conservo la fotocopia del mismo.
En ese mes la acción pasaba a valer 1.200 pesetas, lo que hacia que el valor de Banesto pasaba a ser 750.000 millones de pesetas. Eso me hace pensar lo que se comenta, y no lo suficiente, que es que aquello era una maniobra política y financiera. La política, pues para que aquello se llevase a cabo se pusieron de acuerdo Felipe González y Jose María Aznar, que era el principal interesado en destronar a Mario Conde.
El 15 de diciembre, Conde propone un plan de saneamiento y el gobernador del Banco de España, Luis Angel Rojo, lo encuentra bien, pero le advierte que depende de lo que digan las altas instancias políticas. Luego, le dice a Conde el día 20 que no es posible. Cómo se le propone a Conde la venta de sus acciones y que no pasa nada, tampoco lo entiendo. Este se niega a venderlas, aunque su valor era bueno, y a partir de ahí empieza la caza y captura a Conde. Al año siguiente y la víspera de Nochebuena, entra en la cárcel, una cabronada. Muchos accionistas protestan contra Conde por la pérdida del valor de sus acciones, pero el principal accionista era él, que tenia el 7%, ningún ejecutivo de banca llegó a tener tanto capital; el señor Botín tenía el 1% de Santander, principal beneficiado de la adquisición de Banesto, su negocio del siglo, con información privilegiada. Al día de hoy todavía consta que, en Banesto, Conde ha robado, después de unas acciones que todavía no están suficientemente aclaradas, en claro perjuicio de Mario Conde.
