Cartas al director

Obituario a mi esposa

Cariño, un año más sin ti, a cambio, un año menos para volver a verte, sin estar, sigues estando. Con tu ausencia, la casa vacía, llena con su sola presencia, supiste cambiar dolor por amor, alegría por tristeza, egoismo por desprendimiento y tu timidez  por humilde audacia. "No lloreis mi muerte", dijiste. En cualquier hora, momento o lugar afloran siempre gratos recuerdos, que tus hijos y yo conservamos en lo mas profundo e íntimo de nuestra alma, y lloramos, claro que lloramos, cariño, sin llanto no hay recuerdo y olvidarte sería ingratitud, como la copla te digo; "habrán pasado los años, pero el tiempo no ha podido hacer que pase lo nuestro" te queremos y seguiremos queriéndote.