Cartas al director

Pachanga muy española en Lourdes

 “Dale a tu cuerpo alegría Macarena que tu cuerpo es pa’darle alegría y cosa buena” (“La Macarena”, canción de Los Del Río).
El vídeo que visualicé no era un cliché de un film de Berlanga. Aunque bien pensado podría pertenecer a la saga suya de la idiosincrasia hispana. En realidad era un vídeo sacado a la luz por la Asociación Unificada de la Guardia Civil, denunciado un hecho agraviante, derrochando un dinero, ante otras necesidades perentorias del Cuerpo.
Entre el 19 al 22 de mayo tuvo lugar la 59ª Peregrinación Militar Internacional a Lourdes. Participaban más de 300 personas uniformadas con familiares, sacerdotes castrenses y demás tropa. Gratis total con cargo a las cuentas públicas. De los casi 11.000,00 euros de coste, que se dijo en un principio, el Gobierno, en respuesta a un parlamentario vasco, ha reconocido que el gasto superó los 73.000,00 euros. Se ahorró  al no desplazar a la voraz cabra legionaria.
¿Fue justificable tal gasto? Pues, según se mire. Dadas las penurias a que se ve abocado el Cuerpo de la Benemérita, con escasez de medios de protección, de viviendas en mal estado, de recursos para llevar a cabo la ingente labor de perseguir el delito de la corrupción, podríamos aprobar el gasto desembolsado. Ante la escasez de medallas, por otorgamiento masivo a vírgenes, bien vale un viaje a Lour-
des, pidiendo un milagro redentor  para nuestras miserias,
Y los desplazados al santuario han sabido corresponder. Se lo pasaron de divina madre. Bailaron al agarrado picoletos, curas, monjas, militares, al ritmo de “¡Que viva España!”. Acabaron haciendo la conga, para sonrojo, quizás, de la propia Virgen, quien no nos ha concedido milagro alguno. Pueda que esperara más rezos recatados y no una fiesta jolgorio.
Siendo yo un “pacontraria”, he sentido vergüenza ajena. Quien quiera peregrinar que lo haga de su propio bolsillo. Así, lo he hecho yo para peregrinar a San Andrés de Teixido. Fui de vivo para no tener que ir de muerto convertido en lagartija. Y me he cansado de abrazar al Apóstol en Compostela. Siempre recibí la misma respuesta: “¡Trabaja huevón!”. Me hice ateo forzoso.
A pesar de todo ello me apuntaría a un peregrinaje, aunque sea a San Cucufato , siempre que, con la pasta del erario, pueda unirme a una pachanga, como la que se montó en Lourdes. Llevaría pan y vino para el camino, como a San Benitiño de Lerez, y mis caribeñas maracas. Si la fe mueve montañas, bien puede hacer mover a nuestros penitentes esqueletos.
¿Habrá algún católico integrista que denuncie la juerga montada como una ofensa a sus sentimientos religiosos? Tengo mucha duda. Curas y monjas fueron de los más animados. Recomiendo el vídeo. Es  Marca España. La España que ha retratado el magistral Berlanga.