Cartas al director

cospedal rememora a gila

 “¿Está el enemigo? ¡Que se ponga!” (Gila en sus clásicos gags humorísticos)
El tema va de espías. Y no son de la TIA, la agencia de Mortadelo   y Filemón. Son muchos. Son la mitad de los rusos, que, aparentemente, vienen a quemar su epidermis blanca a nuestras costas mediterráneas. Tienen al malvado Chipolino incrustado en la administración autonómica catalana, para agitar su independencia del Estado español. Cospedal ya tenía conocimiento de ello. Ante la OTAN había acusado a Rusia de fabricar noticias falsas en las redes sociales para impulsar el independentismo catalán, noticias repicadas en Venezuela, como no podía ser menos.
Al hilo de las afirmaciones de la “Menestra” de Defensa, dos humoristas rusos de la agencia de noticias Sputnik, Stolyarov y Kuznetsov, se dispusieron a gastarle una broma a través de comunicación telefónica, que grabaron. Se identificaron como pertenecientes en grado máximo del staff del presidente de Letonia. Ofrecían sus servicios para ayudar al Gobierno español a solucionar el entuerto secesionista catalán. Llegaron a brindarle su apoyo, incluso, con envío de tanques, ya que el Kremlin era de armas tomar. Le advirtieron que la mitad de nuestros visitantes rusos, que trocaban el vodka por la sangría, la balalaika por la guitarra flamenca,  eran en realidad espías al servicio de Putin. Y había un catalán entre ellos, el más avieso, Chipolino. El tal agente no era otro más que el que se hacía pasar como presidente del Gobern catalán, el Puigdemont de marras.
La broma ha invadido las redes sociales. Y si el contenido de la conversación entre los humoristas y Cospedal es antológica, no menos ha sido la respuesta de la “Menestra”, al descubrir la broma gastada. “Al no hablarme en inglés, sin traductora, no confié en ellos,  les dejé hablar”. Sin embargo, participó activa y vehementemente en la conversación. A la grabación me remito. Llegó a decir que propondría a Rajoy que se entrevistase con el presidente de Letonia, para intercambiar información, en la próxima reunión en Göteborg.
Amigo lector, al hilo de lo que le cuento, entre en las redes sociales, y escuche la grabación. ¡Lástima que se nos haya ido Gila! Menos mal que aún contamos con Francisco Ibáñez para ilustrarnos con más historietas en comics, con sus personajes espías favoritos de la TIA. Le aconsejo que no hable mal de los culés en el bar, viendo jugar al Barça; el hombre de al lado puede ser un mandado de Chipolino, que puede aprehenderle  y llevarle a un gulag siberiano.
Esta broma, no obstante, ha desnudado a quienes nos gobiernan. Nadan en la mediocricidad, en la incompetencia, en la altanería. Y, lo que es más inri, parasitan a costa de nuestro dinero.