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El ‘Goya’ de la arquitectura gallega

Alberto de Paula (Ourense), Antonio Davila (Vigo) y Manuel Abelleira (Pontevedra), en el COAG.
photo_camera Alberto de Paula (Ourense), Antonio Davila (Vigo) y Manuel Abelleira (Pontevedra), en el COAG.

Los profesionales del sector piden más concursos y que se eliminen trabas burocráticas

nnn Los premios de arquitectura “Gran de Area” son el reconocimiento que hacen los profesionales del sur de Galicia a trabajos de gran calidad del territorio y que tienen como protagonistas no solo a otros arquitectos, sino también a los promotores, constructores y aparejadores que intervienen porque “es un trabajo conjunto” (puede ser un proyecto o una obra finalizada). Estos premios se crearon hace 17 años en la delegación viguesa del Colegio de Arquitectos de Galicia, pero hace cuatro años incorporaron a la delegación de Pontevedra y desde el año pasado también participa la de Ourense. 
La nueva edición del concurso, que abrió un plazo de presentación de candidaturas hasta el próximo día 15 de septiembre, se presentó ayer en la sede viguesa, en el antiguo edificio de “El Pueblo Gallego” pero la entrega de premios será en Ourense, puesto que se van rotando las delegaciones (el año pasado la gala fue en Pontevedra). Los ganadores ofrecerán un ciclo de conferencias en octubre y noviembre.
 Los presidentes de los arquitectos de Vigo, Pontevedra y Ourense, Antonio Davila, Manuel Abelleira y Alberto de Paula, destacaron la calidad de las obras que se presentan a este certamen y que se mantuvo a pesar de las dificultades que sigue atravesando el sector. Son habitualmente más de  50 aspirantes, no son obras de gran envergadura  pero sí de una gran calidad y en muchos casos participan arquitectos que están empezando. Los galardones no tienen una dotación económica pero se valoran especialmente por el hecho de que sean los “colegas” de profesión quienes pongan la nota. Aseguran que en Galicia hay buenos arquitectos, muchos con reconocimiento a nivel local y  otros que tienen proyección nacional e internacional con premios importantes. La mala noticia es que las dificultades que afectaron al sector  persisten. Esto hace que muchos arquitectos jóvenes emigren al extranjero para encontrar trabajo. “Se están yendo muchos a Europa y están muy bien considerados por su alta cualificación”, apunta Antonio Davila.
Preguntados por las necesidades del colectivo, señalan que haría falta que la Administración echase una mano en varios sentidos. Por un lado, explican que lo ideal sería que todos los municipios tuviesen planeamiento aprobado y apuntan las dudas jurídicas que se plantean por ejemplo en Vigo con la anulación del Plan de Urbanismo. Por otro lado, consideran que las administraciones deberían ayudar a que el trabajo salga adelante en los plazos previstos y que se eliminen trabas burocráticas para conseguir las licencias, a veces una tarea ardua. “La crisis debería ser una lección para todos, en España hay mucha burocracia”, añaden. Reclaman asimismo que la Administración fomente los concursos públicos y una participación mayor, en lugar de optar por la adjudicación de forma directa aunque sea una posibilidad contemplada en la legislación. Otro problema son los concursos que plantean plazos inviables, por ejemplo para hacer el anteproyecto de un centros de salud en quince días, o el hecho de que se primen las ofertas que incluyen bajas indiscriminadas en los honorarios en lugar de priorizar la calidad arquitectónica de la obra, indicaron.
 

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