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Vivir en una ruina: Barrio do Cura listo para el derribo

Ropa y hasta juguetes esta semana en el asilo de Barrio do Cura, pese al derribo inminente.
photo_camera Ropa y hasta juguetes esta semana en el asilo de Barrio do Cura, pese al derribo inminente.

El inicio de la demolición del asilo concentra más población transeúnte en las naves abandonadas de Beiramar 

nnn No es fácil saber cuántas personas viven o más bien malviven en algunas de las ruinas que forman parte del paisaje vigués. Lógicamente no hay censos ni estadísticas, aunque tanto las organizaciones sociales, como Os Ninguéns, como la Policía tiene sus propias contabilidades. Destacan sobre todo dos zonas. Una, Barrio do Cura, con el antiguo Asilo, cuya demolición se iniciará en cuestión de días y ya hay preparativos en marcha de acopio de material, y el “edificio de Karpin”, en la vecina calle Santa Marta, un inmueble parado cuando estaba a medio construir y que se ha quedado en esqueleto. La promotora Gestilar ya tiene permiso de derribo. Otra, las naves abandonadas de Jacinto Benavente, que se han convertido en el primer centro “de acogida” tras el anuncio de derribo de Barrio do Cura, aún por iniciarse. El antiguo asilo, pese a todo, todavía continúa abierto y habitado, y la Policía Local señalaba que esta pasada semana se produjo el enésimo incendio en el interior, aunque no llegó a mayores. Que todavía hay gente en el interior se puede constatar a simple vista. En el caserón hay “sin techo”, en general transeúntes que van de un lado a otro, aunque también hubo durante un tiempo una huerta urbana. En Santa Marta, en cambio, predominan trabajadores africanos, muchos de los cuales tienen ocupación temporal en el puerto. 
Os Ninguéns denominan “choupanas” a estas infraviviendas, albergues de ocasión, una palabra importada de Brasil que ha hecho fortuna en Galicia, y especialmente en Vigo, sustituyendo a “chabola”. Se trataba al parecer de una muy resistente, la "faveila", utilizada para construir los hogares de los primeros residentes en suburbios en algunas ciudades.
El activista Rubéns Rocha destaca en su “blog” que Vigo tiene numerosas  “choupanas” en inmuebles abandonados como el asilo, Barrio do Cura, y Beiramar y la zona de Marques de Valterra. “Desde un punto de vista urbanístico, os choupanos carecen dos servizos básicos abastecemento de auga potable, electricidade e servizos á comunidade", destaca.
El próximo inicio del desarrollo de Barrio do Cura ha llevado  al traslado de cientos de personas a las naves abandonadas en Jacinto Benavente y Marqués de Valterra, la parte alta, lo que ha provocado un enorme molestar en Torrecedeira, con varias manifestaciones vecinales pidiendo -y logrando- mayor despliegue policial. El problema, según Antón Bouzas, de Os Ninguéns, estaría en la falta de capacidad del albergue municipal próximo, especialmente en invierno, y cree que la solución sería una especie de consorcio de vivienda social para gestionar las necesidades de “sin techo”. Según Fiz Axeitos, portavoz de la asociación de vecinos del Casco Vello, en Torrecedeira hay miedo y la solución pasaría por el trabajo de calle de los responsables del albergue municipal, como figuraba en el pliego de condiciones de la empresa concesionaria, y que en su opinión el Concello no exige cumplir. El trapicheo de drogas, o el hecho de orinar o defecar en la calle ha encendido a los vecinos y crece la tensión. Tanto Axeitos como Bouzas coinciden en que la falta de espacio del albergue y el límite temporal -diez días- de estancia provoca que mucha gente se quede en la calle o viva en choupanas, gracias al abandono del Barrio del Cura o d Jacinto Benavente, en Beiramar.

Las naves de Beiramar, nuevo refugio para "sin techo"

Al menos dos de las naves industriales abandonadas en Jacinto Benavente se han convertido en refugio habitual para docenas de personas, como ha podido constatar la Policía. El edificio de Cordelerías Mar, que también será demolida (la compró Inveravante, del Grupo Jove) estuvo durante un tiempo ocupado pero ya no la haberse iniciado excavaciones arqueológicas. En cambio, los otras dos ruinas industriales anexas mantienen una población "flotante" pero estable. 

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