La provincia de Pontevedra tiene la mitad de la oferta gallega de pisos de uso vacacional y ya supera los 3.000 .
Las viviendas turísticas ya rozan los dos centenares en Vigo con un crecimiento de este fenómeno que se ha acelerado en los últimos meses de manera especial. Así, en lo que va de verano los pisos turísticos en la ciudad han crecido un 20% en relación al mes de mayo hasta alcanzar los 197, según los últimos datos del departamento de Turismo de la Xunta.
Este tipo de viviendas, que sus propietarios comercializan por días o por semanas y habitualmente a través de plataformas en internet cada vez más populares como Airbnb, HomeAway o Housetrip, tienen que estar registradas en la Xunta y desde hace un año Galicia tiene su propia regulación.
La provincia de Pontevedra lidera la comunidad con la mitad de las viviendas de uso turístico de Galicia, no en vano la zona de Sanxenxo es donde se concentra el mayor número de este tipo de alquileres. Según los últimos datos de la Xunta ya son 3.184 las registradas en la provincia, que son un 18% más que en el mes de mayo. Sin embargo es la provincia de A Coruña donde más crecen, un 26% hasta alcanzar las 2.417. Mientras, en Lugo hay 858 y en la provincia de Ourense son 169.
El hecho de que estas viviendas figuren en el Rexistro de Empresas e Actividades Turísticas de Galicia no quiere decir que sus propietarios comercialicen su vivienda de forma continuada en todos los casos, sino sólo en algún momento. Si están inscritas en este registro es porque tienen la intención de comercializarla al menos en dos ocasiones a lo largo del año y puede resultar compatible con el uso residencial de la vivienda y con otro tipo de alquiler a lo largo del año.
La Federación Galega de Empresas Inmobiliarias, que preside Benito Iglesias, ha respaldado el último informe de la Comisión nacional de los Mercados y la Competencia que analiza este fenómeno y concluye que hay numerosas restricciones a la libre competencia del mercado vacacional. En su opinión, el aumento de los pisos turísticos ha intensificado la competencias entre alojamientos propiciando menores precios y mejoras de la calidad del conjunto de los alojamientos, así que hoteles, hostales y apartamentos se han visto obligados a mejorar las condiciones de su oferta.
Benito Iglesias señala que "hay un punto sobre el que discrepo y es que el organismo regulador dice que descarta que el mercado vacacional haya distorsionado los precios del mercado de alquiler tradicional" porque "cada ciudad es distinta".
En este sentido asegura que en el caso concreto de Vigo "sí podemos comprobar cómo la vivienda vacacional ha reducido la oferta de vivienda en alquiler y también ha encarecido los precios", aunque, precisa, "no ha sido la única causa" y apunta otras como la movilidad laboral, ahora que la economía se recupera, y el abandono del rural y las villas.
