Viviendas frente a industrias

Si como parece el proyecto del Grupo Jove va adelante supondrá poner en marcha al fin el primer complejo residencial en el entorno del Auditorio, como se planteaba desde el principio, de cara a cambiar una zona empresarial en otra de viviendas en la zona de jurisdicción municipal, donde todas las naves están abandonadas. No así enfrente, en la del Puerto, donde se ha reactivado la industria. Así aparecía en el Plan General de 2008, con el que la inmobiliaria Bouza Alta, primera propietaria de Cordelerías, trató de poner en marcha su plan de edificio de 158 viviendas y 274 plazas de parking, así como bajo comercial para un supermercado y 55 millones de inversión. Sin embargo se encontró con todo tipo de trabas y la obra nunca llegó a comenzarse por una discrepancia de fondo: Urbanismo exigía a la empresa que realizase una intervención arqueológica previa para concederle la licencia, pese a que la Dirección Xeral de Patrimonio había eximido a la firma de realizar sondeos en el área que ocuparía el inmueble, pero mantuvo la cautela arqueológica sobre otra parte de la finca reservada para zona verde. La propiedad quería la licencia para tener seguridad de que tras realizar las catas y el derribo no estaría años esperando permiso.
El proyecto contempla una zona verde de 1.134 metros  y la cesión de 735 más para un vial. La parcela cuenta con 3.177 metros y  21.995 de edificabilidad, de ellos 8.323 a residencial y 13.671 metros más como máximo a comercial.