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La vivienda popular más antigua de Vigo reabre como centro social

El alcalde, con Carmela Silva, Ángel Rivas y David Regades, visitó ayer la Casa do Patín.
photo_camera El alcalde, con Carmela Silva, Ángel Rivas y David Regades, visitó ayer la Casa do Patín.

La Casa do Patín, en Bouzas, mostró ayer su rehabilitación con la puesta en valor del elemento a proteger, un soportal adosado con una galería de cinco pilares

nnn  La Casa do Patín de Bouzas comparte con la Casa Arines Torre de Ceta, situada en el Casco Vello, el privilegio de ser la construcción más antigua de la ciudad, datada en el siglo XV (la fachada, de construcción posterior, indica el año 1639) . Mientras la segunda es una edificación palaciega, la de Bouzas reproduce las viviendas populares de pescadores. Con dos plantas, la de abajo se destinaba a los animales, mientras la vivienda se situaba en el primer piso. 
Ayer, el alcalde presentó oficialmente su rehabilitación, iniciada en 2014 y que ya lleva varios meses finalizada. “Es una casa singular, de gran importancia histórica, que requería una recuperación urgente”, apuntó Caballero. Próximamente abrirá sus puertas para ofrecer varios espacios para uso comunitario. Así, contará con una sala de lectura y un auditorio destinado a colectivos y vecinos. Completa la dotación una oficina municipal para descentralizar las gestiones oficiales.

rehabilitación polémica
El resultado de la rehabilitación de los 310 metros cuadrados no resultó del gusto de todos y provocó protestas desde asociaciones como Amigos dos Pazos o por parte de algunos vecinos de la villa. Sin embargo, la actuación cumplió con la legalidad vigente en Patrimonio. La obra, promovida en su totalidad desde el Concello por 385.000 euros, está firmada por los arquitectos municipales David Carvajal, Juan Piñeiro y Raquel López. Su propuesta combina los elementos tradicionales a proteger con soluciones contemporáneas que resuelven de forma efectiva los problemas que puedan afectar al inmueble. Así, el muro perimetral pétreo se reubicó de forma numerada en su lugar tras asegurar la estructura; el patín, catalogado como bien de protección patrimonial, se puso en valor y en el interior se reconstruyó la lareira de piedra. El suelo de la primera planta, a base de resina, solana y hormigón, está a prueba de inundaciones y desbordamientos de alcantarillas, habituales en la zona con las mareas altas y las precipitaciones.
La cubierta, realizada con chapas de zinc, es la aportación más cuestionado. Los arquitectos justifican la elección, asegurando que es la más apropiada para albergar a los canalones que atraviesan el tejado, ya que se unieron dos viviendas diferentes. “Siempre existió este material en Galicia, pero no se utilizaba porque era más caro que la teja, pero es el sistema más sencillo en cuanto a mantenimiento y de gran calidad”, afirmaron.n

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