La viguesa Elena Moreno también era diputada en 1977 por UCD, unas de las pocas mujeres de un mundo muy masculino, más en la política. Vive en Madrid, aunque sigue de cerca lo que pasa en Vigo, adonde va con frecuencia.
También era diputada el 23-F y pasajera durante el accidente del AVE en Angrois. "Tuve mucha suerte, en Angrois y el 23-F me recogieron policías. En Angrois mi vagón estaba tumbado y ardía. Me salvé porque me había puesto en la puerta para salir, se me quemaron las piernas y estuve cinco meses internada", recordaba hace unos meses. Ayer, Moreno estuvo en el acto de la Constitución en Madrid donde coincidió con otras parlamentarias de aquellos años, que comentaron la imposibilidad de alcanzar acuerdos hoy en día "porque no se hablan entre los partidos".
¿Cuánto cambió el panorama?
Cambió muchísimo, porque nosotros teníamos ilusión, todos los partidos teníamos algo en común, cambiar España. Ahora, a lo que diga el partido, no les importa el pueblo, cada uno va a su aire. Antes nos respetábamos, nos sentábamos y llegábamos a acuerdos, ahora parece imposible.
¿La Constitución ha envejecido bien?
Sigue siendo buena, se pueden reformar algunas cosas, pero no hay que entrar como en una cacharrería, hay que modificar algunas cosas que son posibles, como la educación: no tiene por qué ser distinta en cada autonomía, tendría que ser igual para todos los españoles, en Cataluña y Galicia, y que la sanidad sea común: la de Madrid como la de Galicia.
¿Ve posible un consenso como entonces?
Lo veo muy difícil, cada uno tira por su lado, no se respeta. Es lo peor que hay, cada uno tiene sus ideas pero hay que llegar a acuerdos, sentarse y hablar. Con Santiago Carrillo se hizo el estatuto del trabajo y llegamos a un acuerdo y ahora parece imposible. Era otro momento.
Su pronóstico: ¿habrá reforma de la Constitución?
No lo puedo decir, no sé qué va a pasar, pero no veo que se pueda llegar a acuerdos, no lo veo.
¿Milita en algún partido?
No en ninguno. La política ya se me pasó, aunque me interesa.
¿Sigue de cerca Galicia y Vigo?
Sí, claro, me sigue interesando. Soy de Vigo y sigo lo que pasa. La fantasía de las luces me parece una locura, un poco más de modestia y se pueden hacer más cosas, pero parece que a muchos vigueses les gusta así.
