El 77% de los donantes fueron por accidentes cerebrovasculares y solo un 3% por tráfico
Un transplante de órganos es muchas veces la única alternativa de vida para quienes padecen alguna enfermedad crónica o terminal. De ahí la preocupación del sistema sanitario por fomentar las donaciones entre la población. En el Complejo Hospitalario de Vigo contaron el año pasado con 26 donantes de órganos, un 23% de los 113 generados en toda Galicia.
En Vigo es una cifra similar a la de otros años: hubo 28 donantes en 2016 y otros 24 en 2015. El coordinador de trasplantes del área sanitaria de Vigo, Lucas lage, ve difícil que se pueda superar la barrera de los 30 donantes por la tasa de negativas familiares que tienen cada año y que resulta difícil de reducir.
El año pasado se implantaron 82 órganos con origen en el Complejo Vigués, de los que 21 eran hígados, 39 riñones, 7 corazones y 15 pulmones. En 2017 no se generó ningún pancreas.
Órganos como el corazón y los pulmones tienen requisitos de validez más exigentes, mientras que se logran más riñones e hígados porque los criterios cambian y son más permisivos en cuanto a la edad del donante. En Galicia los trasplantes de órganos se realizan en los hospitales de Santiago y A Coruña.
Además de esto, en el área viguesa hubo 42 donantes de tejidos, concretamente contaron con 25 donantes de córneas, 6 donantes de tejido vascular (vasos sanguíneos) y 11 de tejido óseo. Los únicos trasplantes que se realizan en Vigo son los de tejidos, fundamentalmente el corneal, pero también de vasos sanguíneos, huesos, médula ósea, entre otros.
Menos accidentes de tráfico
La edad media de los donantes de órganos se situó en Galicia en los 62 años el año pasado. Sin embargo, en Vigo se quedó en los 57 años.
El diagnóstico más frecuente de estas personas fue el accidente cerebrovascular, seguido a mayor distancia de otras causas. El año pasado solo un 3% de los pacientes que fueron donantes fallecieron en accidentes de tráfico frente al 77% que tuvieron un accidente cerebrovascular. “Hace veinte años era todo lo contrario, la mayoría eran pacientes jóvenes que fallecían en accidente de tráfico. La tendencia se invirtió”, según explica el médico intensivista Lucas Lage.n
