El polígono ya roza los 10.000 habitantes y ganaría otros 5.000 con la segunda fase
El polígono de Navia se acerca ya a los 10.000 habitantes y el último control sobre el padrón que realiza el ayuntamiento de forma continua fijó una población de 9.555. Supone un incremento del dos por ciento en apenas siete meses, sobre el censo oficial a 1 de enero de este año, donde se contabilizaron 9.383 residentes.
Es una subida pequeña pero todavía mantenida y prolongada en el tiempo. Y llamativa en comparación con el resto de la ciudad, que ahora tiene la población de hace once años, al nivel de 2007, con 296.767 vecinos según las cuentas municipales. Según la estadística del INE (el instituto nacional), que es la única que cuenta a efectos oficiales Vigo estaría incluso más abajo, con 293.575 censados, y habría vuelto a las cifras del padrón de 2006. En uno u otro caso, la tendencia se mueve en la estabilidad a la baja en el conjunto del municipio, en especial en zonas como el centro o incluso Coia. La tendencia general de Galicia, en caída demográfica grave, y la paralización de la construcción -primero la crisis y ahora el Plan General de Ordenación anulado- han contribuido de forma decisiva.
Excepto en Navia, donde el polígono continúa siendo un imán, pese a que las posibilidades de conseguir un piso son cada vez menores, al haberse agotado prácticamente las viviendas libres de la primera fase de construcción, por lo que el margen de crecimiento es ahora muy reducido y sólo con dificultades se podrían alcanzar los 10.000 vecinos de derecho.
SEGUNDA FASE
El desarrollo de la segunda fase, que había sido aprobado de forma inicial, está paralizada en su tramitación al exigir el consistorio cambio importantes que han paralizado el proceso cuando parecía todo despejado. Esta nueva urbanización contempla casi 1.600 viviendas mas, incrementando un 50 por ciento el parque actual. Supondría también 5.000 vecinos mas, hasta alcanzar los 15.000.
La Xunta anunció en sus presupuestos que invertirá en total 50 millones de euros y los promotores privados otros 200 millones en la construcción de los edificios. Pero la urbanización se ha quedado parada tras exigir un grupo vecinal cambios importantes en el número de bloques, alturas y en la disposición de aparcamientos, además de exigir que se cubra o soterre el cinturón que pasa al lado para reducir el ruido.
El Concello asumió la práctica totalidad de esta reclamaciones, cuando el proyecto ya había sido aprobado de forma inicial y había entrado en la fase de alegaciones de cara a su ratificación por el pleno municipal.
