La máxima en la ciudad alcanzó los 32,6 y el entorno del Miño y Ourense, en alerta amarilla. Comienza un descenso del calor
nnn Arnoia, en Ourense, marcó ayer la máxima de España al alcanzar los 39,1 grados, una temperatura extrema dentro de la ola de calor que sacude Galicia y que según Meteogalicia a partir de hoy provocará una sensación generalizada de bochorno y posibles lluvias.
En Vigo, la máxima fue de 32,6 grados, y se quedó algo por debajo de los 33,1 del día anterior, que de momento es la más alta del año. Sin embargo, en general el día fue más cálido. A modo de ejemplo llamativo, Vigo marcó una de las mínimas más altas de España con 22,2 grados a las cuatro de la mañana. Curiosamente, en las Cíes la máxima fue muy inferior, de 28,6, cuatro menos que en el centro urbano, según los controles de la agencia gallega de meteorología.
La imagen de la ciudad fue una vez más la clásica estampa veraniega, con las playas llenas y bañistas. Ya no sorprende, se ha repetido durante todo el año incluso en meses como marzo y abril, donde se superaron los 28 grados.
En el entorno de la ciudad y el sur de la provincia, aún más calor: Ponteareas y la ribera del Miño llegaron a 35,7 grados, en alerta amarilla, como buena parte de la provincia de Ourense.
Pero la situación no está generalizada en toda Galicia, y el Norte se mantiene en unos valores más propios de la primavera. A Coruña tuvo que conformarse con 25,3 grados, ocho menos que en Vigo, confirmando una vez más la brecha térmica entre las Rías altas y las Baixas.
Tras el aumento de los valores con aviso amarillo por temperaturas máximas, se prevé un descenso a partir de hoy en toda Galicia con "bajadas de entre 4 y 5 grados en la costa", según señala Meteogalicia.
De este modo, tras el "pico" de las temperaturas de este miércoles, el jueves comenzará el descenso de los termómetros de hasta diez grados en dos días en Galicia.
Si bien Meteogalicia ha concretado que el descenso térmico irá "poco a poco", la bajada "más acusada" se espera para mañana, viernes, jornada en la que se prevén, además, precipitaciones tormentosas en la comunidad y temperaturas en descenso.
EMBALSES A TOPE
Lo que no varía es el estado de los embalses de abastecimiento, que pese a la escasez de precipitaciones se mantienen en su nivel más alto: tanto Eiras como Zamáns se encuentran al 100 por cien de su capacidad, asegurando el suministro a Vigo y el área metropolitana incluso si no cae una gota durante todo el verano. Augas de Galicia ha seguido una política de ajustar caudales al máximo. n
