Ningún polizón entró en puerto desde 2012 y en el aeropuerto baja el riesgo al haber sólo vuelos no comunitarios privados
Los férreos controles en aduanas y la situación estratégica de Vigo han hecho de la frontera exterior de la UE situada en el puerto sea hoy por hoy una de las más inaccesibles para la entrada de inmigración ilegal. Tanto es así, que desde 2012, no se ha registrado la llegada de ningún polizón, pese que siete años atrás, fueron un total de 11 las personas que llegaron a tierra ocultos en barcos procedentes de países extracomunitarios. El número ha ido reduciéndose paulatinamente, pasando en 2008 a cuatro y finalmente en 2012 a dos. Según los datos de la Policía de Fronteras, durante el pasado año ya no hubo y hasta la fecha, la situación se mantiene inamovible.
Los medios con los cuenta el Cuerpo Nacional de Policía para controlar el movimiento de personas que pasan anualmente por el puerto, tanto en trasatlánticos, como buques, pasajeros y tripulantes han ido evolucionando, al igual que las medidas de seguridad. A eso, se le suma la desaparición de rutas procedentes de países de riesgo en entrada de inmigrantes como África. La estadística policial refleja además que el número de barcos controlados en la frontera marítima ha disminuido, pasando de los 1.360 en 2012 a los 1.270 en 2013, lo que significa también una reducción en el número de visados expedidos de tránsito portuario, que son solicitados principalmente por los marineros extranjeros que llegan en los buques de carga o pesca. En este sentido, en 2012 fueron 665 los documentos expedidos por la Policía de Fronteras, frente a los 545 del año pasado. En lo que va de año, la tendencia se mantiene pasando de los 59 en 2013 hasta los 23 en los seis primeros meses de 2014.
La otra frontera exterior de la UE, el aeropuerto cuenta con menor riesgo al contar sólo con un vuelo comercial internacional, el de París, situado en espacio Schengen y, a pesar de que la capital francesa es escala de vuelos procedentes de otros países, los viajeros ya llegan bajo un control estricto de aquel país. Aún así, la Policía mantiene especial vigilancia. El resto de vuelos extracomunitarios (México, Venezuela o EEUU) son privados.
