La nueva planta de aguas residuales del Lagares fue inaugurada y será entregada al Concello en mayo, tras cinco años de obras. Dará servicio a 800.000 habitantes con tecnologías únicas en Europa para dar solución definitiva al medio ambiente en la Ría
La estación depuradora de aguas residuales del Lagares será entregada al Concello de Vigo en mayo para que asuma su gestión definitiva, tras superar cinco años de obras (desde septiembre de 2012) y un año de pruebas de funcionamiento (desde mayo de 2017). Esta infraestructura descarta la sanción anunciada por la Unión Europea por las deficiencias y menor tamaño de la anterior estación y garantiza la calidad de las aguas de la Ría de Vigo para los próximos 25 años, con los consiguientes beneficios para el medio ambiente, el turismo y la actividad marisquera. Quedan también superados el problema de los olores y el impacto visual, gracias a las tecnologías que incorpora y al diseño arquitectónico.
La nueva estación, construida por la sociedad estatal Acuaes, multiplica por cuatro la capacidad de la anterior, ya que admite caudales de hasta 12 metros cúbicos por segundo y evitará alivios directos a la Ría durante los episodios de tormenta. Las instalaciones miden como seis campos de fútbol (60.000 metros cuadrados, un tercio de los cuales están enterrados) y están pensadas para dar servicio a una población de 800.000 habitantes, en previsión de futuros crecimientos de la ciudad. Cuenta además con un nuevo emisario submarino de 3,7 kilómetros que vierte a 36 metros de profundidad y la nueva planta también requirió la construcción de una subestación eléctrica que garantizará el suministro estable.
La mayor obra hidráulica
Es la mayor obra hidráulica de Galicia, con una inversión de 210 millones de euros, y está también entre las mayores de España.
La ministra de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y el alcalde de Vigo, Abel Caballero, inauguraron ayer estas obras acompañados de numerosas autoridades estatales, autonómicas y locales. Destacaron que la infraestructura supone “un paso de gigante” y se felicitaron mutuamente por la colaboración que se logró entre las tres administraciones.
Tras recorrer las instalaciones, siguiendo las explicaciones del director facultativo d elas obras, Carlos Fernández, hubo tiempo para los discusos políticos. La ministra dijo que una de sus prioridades es velar por la calidad de las aguas españolas y ayudar a las corporaciones locales a cumplir con sus competencias, y que en Vigo vieron la necesidad de dar respuesta a un “problema acuciante”. García Tejerina destacó algunos hitos de la nueva depuradora, como el hecho de que introduce el tratamiento biológico mediante biofiltración más grande de España y de Europa o también un tratamiento de lodos que permite producir biogás para generar energía eléctrica para el funcionamiento de la planta. Fue además una obra que recibió un premio del COAG y que permitió liberar 25.000 metros cuadrados para restaurar la marisma del Lagares, según dijo. n
Para llegar a esta infraestructura pasaron años de debate sobre la ubicación (se hablaba de Baiona, entre otros sitios). El primer anteproyecto no se hizo hasta 2008.
