JAVIER GARRIDO VALENZUELA Presidente de la Asociación de Promotores Inmobiliarios de la Provincia de Pontevedra (Aproin)

“En Vigo hay una demanda inmobiliaria que hay que satisfacer tras años de parón”

Garrido asume un nuevo mandato hasta 2019.
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nnn Javier Garrido Valenzuela asume un nuevo mandato al frente de la asociación de Promotores Inmobiliarios de la Provincia de Pontevedra (Aproin) con la recuperación "en la puerta", como constata el empresario. Nacido en Madrid, vive en Vigo desde 1970 y comenzó su trayectoria en el sector desde que finalizó sus estudios de Ciencias Económicas y Empresariales. Preside Pazo da Viña y Aproin desde 2007. También estuvo al frente del Círculo de Empresarios de Galicia. 

¿Podemos ya hablar de recuperación en la construcción o hay que esperar? 
En Galicia se empieza a notar, pero muy lentamente. La crisis llegó a la comunidad con más retraso (por una menor sobreexposición del sector de la construcción) y la salida, también. En todo caso, constatamos la recuperación en una reacción muy importante que es el comportamiento de la banca, que ya está queriendo entrar en operaciones inmobiliarias que fueron vetadas durante la crisis y está dispuesto a financiar a los compradores finales. En líneas generales sí se constata por los índices de inicio de obra nueva y de consumo de cemento, que son los referentes de seguimiento del sector de la construcción. Éstos indican que en el ámbito de Madrid y Barcelona están claramente reactivados mientras que en Galicia la recuperación está en la puerta.
En Vigo, ¿cómo está el mercado inmobiliario? 
En Vigo no había stockaje de vivienda nueva porque llevábamos muchos años sin construir de manera relevante por el parón derivado de la tramitación del Plan General junto con la llegada de la crisis. Lo que hay es una demanda de gente de poder adquisitivo medio, medio-bajo que no fue satisfecha en los últimos años. Por temor y porque los bancos no prestaban dinero, había una demanda insolvente, sin posibilidad de compra, que ahora se está reactivando y es importante que el sector se encamine junto con la Administración local para satisfacer esta demanda. 
¿Se están desarrollando promociones nuevas en la ciudad?
Se están dinamizando proyectos que estaban paralizados o ralentizados porque no conducía a nada acelerarlos ya que no había mercado en ese momento, estaba totalmente inactivo. Ahora hay operaciones que se están intentando gestionar, hay licencias concedidas, aunque no de manera significativa.
¿Es buen momento para comprar una vivienda? 
Sin duda, pero cada uno tiene que saber que tiene que comprar en función de sus posibilidades. El interés de dinero es barato, estamos en esa situación en que un endeudamiento de una familia media por la compra de una vivienda puede suponer un coste similar al de un alquiler, por lo que la opción de compra es muy real. Lo que hay que hacer es generar producto para esos segmentos de población. 
¿Hay miedo a que se produzca una segunda burbuja?
Espero que no. Todos los pasos que habrá que dar desde el punto de vista de la financiación, el desarrollo del suelo y el desarrollo general de las operaciones tienen que estar fundamentadas en la realidad del mercado. Por el parón forzado del Plan General, aquí en Vigo en primera vivienda no se dieron excesivos desmanes y los excesos que se cometieron estuvieron más vinculados a la compra de suelo que a la vivienda final. Creo que la situación se va a recomponer sola.
¿Entona el sector el mea culpa?
Lo entona en cierta medida, dentro de una borrachera colectiva. El sector profesional, el histórico, siempre ha manifestado que en la época del boom mucha gente que se metió en el mercado de la promoción de viviendas para aprovecharse de ese momento de 'vacas gordas' y no eran profesionales, con lo cual se entorpecieron y se maquillaron las operaciones inmobiliarias. 
¿Cómo ve la situación económica de la ciudad?
No la veo mal. La automoción, con el asentamiento de PSA con la K9 (nueva generación de furgonetas que va a fabricar) supone un balón de oxígeno en la comarca con la generación de puestos de trabajo. El naval aunque va más lento parece que respira bien y el sector pesquero y alimentario también marcha bien, por lo que constatan los propios empresarios. No se puede enviar un mensaje pesimista porque no sería realista, pero se necesita tiempo. También confío en la estabilidad que puede dar la mayoría absoluta obtenida por el alcalde para hacer estrategias de ciudad con mucho más peso.
Donde no hay estabilidad es en el seno de las patronales. Fractura en la CEG, en la CEG.
Lo veo con mucha preocupación. Sinceramente, me da mucha tristeza hasta dónde se llevan estas peleas que deberían tratarse de una manera mucho más racional y dentro de los ámbitos de las propias organizaciones. Creo que es más política que empresarial.
El Círculo de Empresarios de Galicia que usted presidió tampoco pasa su mejor momento. ¿Seguirá?
Estoy seguro que el trabajo realizado en este último periodo va a tener sus frutos con la continuidad de la nueva presidencia (Juan Güell). Hay muchos empresarios que son muy sensibles con tener una entidad como el Círculo que sea el centro y canalización de las reflexiones empresariales. Creo que va a cuajar y prevalecer el sentido común.n

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