Miles de manifestantes protestaron contra la sentencia “suave” que tuvo la Manada
“Estábamos en alerta feminista y pendientes de la sentencia de este juicio (el de la Manada), y una vez conocida, tomamos las calles para mostrar nuestra más enérgica repulsa contra el estado de sitio en el que pretenden que vivamos las mujeres y que hoy la justicia patriarcalizada está fortaleciendo”. Así, Carmen Albo, médico y feminista, hizo lectura del manifiesto en las escaleras del Marco. Una hora antes, partía una marcha reivindicativa, convocada sin siglas y sin eslóganes, “porque unidas somos más fuertes” en repulsa a la sentencia contra la Manada. Coincidió con la concentración que cada jueves realiza la Marcha Mundial das Mulleres contra los malos tratos. Así, miembros de la Plataforma Feminista Galega, de Mulleres Nacionalistas Galegas, de Nós Mesmas y de Movemento Feminista Unitario de Vigo caminaron juntas, al ritmo de los tambores, por el derecho a vivir sin miedo. “Todas á rúa, a loita continúa”, “Deixa pasar que o feminismo é o mundo popular”, “A rúa, a noite tamén é nosa”, “Ningún agresor sen castigo” o “No queremos machistas que nos asesinen” fueron algunos de los gritos que se escucharon a lo largo de todo el recorrido por Príncipe. Al llegar a Porta do Sol, la Policía Nacional permitió que continuasen por Policarpo Sanz para subir por Colón. El sentimiento 8-M volvió a sentirse en las calles. “Si tocan a una, nos tocan a todas”, avisaban. “No hay que educar a nuestras hijas para no ser agredidas, hay que educar a nuestros hijos para no ser agresores”, puntualizó Albo, quien invitó a toda la ciudadanía a participar en las próximas asambleas abiertas que se van a celebrar, “porque no lo vamos a dejar aquí; cada 8 horas es violada una mujer en España y solo el 10% denuncia”, añadió.
En la marcha participaron Isaura Abelairas, María José Caride o Laura Iglesias y la diputada Eva Solla. Desde la Diputación, el vicepresidente David Regades afirmó acatar la sentencia, pero mostró su desacuerdo. La presidenta Carmela Silva fue más allá, y exigió que se cambien las leyes, “porque en nuestro país no hay leyes que garanticen la libertad, la seguridad y los derechos de las mujeres”.
