Ángel Cerviño asume un nuevo proyecto expositivo con la complicidad de Sirvent
nnn Dos veteranos en el mundo de arte contemporáneo vuelven a encontrarse para dinamizar el circuito creativo. Ayer, en las instalaciones de Sirvent (tienda de mobiliario contemporáneo de diseño) se inauguró el SVT, Espacio de Arte, coordinado por Ángel Cerviño: “Queremos servir de plataforma para mostrar el talento de los artistas de aquí”, afirma el responsable, quien recalca que la iniciativa está muy afincada en este territorio, con propuestas de cercanía, aunque no cierra la puerta a creadores internacionales.
La exposición con la que se estrena la sala es “Imago mundi”, de Xosé Vilamoure, una elección, que para Cerviño “es toda una declaración de intenciones, es un artista que tiene ya una buena trayectoria, pero no es muy conocida; es lo que llaman un artista de artistas, es decir, que está muy valorado entre sus compañeros por su virtuosismo e imaginación”. Las propuestas irán renovándose cada dos meses, entre consagrados y creadores emergentes: “Queremos darle visibilidad a nuestros artistas y que la sociedad tenga la opción de apreciarlos”.
Comisario de la galería más pequeña del mundo en la librería Versus, “Lilliput”, proyecto ya finalizado “por agotamiento”, se incorpora ahora a esta aventura para encontrar nuevos públicos: “El sistema convencional de galerías ya está en declive, no queda ninguna sala para ver arte contemporáneo en Vigo y esto se suma a la crisis que afecta al Marco desde hace un año; como reacción surgen nuevos espacios de encuentro como El Halcón Milenario o El Cubo”. Cerviño insiste en la diferenciación de SVT: “No somos una galería, no tenemos artistas propios, ni acudimos a ferias, somos una plataforma de actividades culturales, entre ellas el arte, que buscamos lo que no se ve para mostrarlo al público”.
Nacho y Juan Sirvent son los mecenas. Ceden la superficie, no solo la sala de exposiciones, sino parte del escaparate para posibles intervenciones y el párking para presentaciones o actuaciones. También programará visitas a los talleres de los artistas. Como empresa echan de menos una ley de mecenazgo que apoyo el compromiso privado con la cultura: “El único beneficio que obtenemos es la satisfacción, tenemos la idea de que el público del espacio y nuestros clientes puedan compartir gustos estéticos”.
El primer paso de SVT está dado. Pero ya trabajan en la siguiente exposición, la de Ruth Massó, de la primera generación de Belas Artes de Pontevedra, que lleva 30 años trabajando en Munich.n
