vigo

La última Universidad Laboral cumple cuarenta años

Alumnado y docentes se reunieron para recordar un centro educativo de referencia

nnn Hace ahora cuarenta años comenzaba el curso escolar en la última Universidad Laboral de las veintiuna que se construyeron entre 1955 y 1976 repartidas por toda la geografía española. Las Universidades Laborales se crearon por iniciativa de José Antonio Girón de Velasco, ministro de Trabajo entre 1941 y 1957, con el objetivo de dar una formación profesional, técnica y humana de calidad a los hijos de los “productores”. Los alumnos cursaban estudios técnico-profesionales medios y superiores, así como bachillerato, en un régimen de becas que incluían trasporte o vestuario y calzado, además de residencia y clases. Desde las primeras, Gijón y Zamora, creadas en principio con otro objetivo, pasando por A Coruña (1961), pionera en enseñanzas marítimo-pesqueras, Zaragoza (1967), la primera de ellas dedicada a la formación de alumnas, o Cheste (1969), donde se aplicaron experimentalmente las novedades pedagógicas plasmadas en la ley de educación de 1970, todas ellas son construcciones singulares, complejos arquitectónicos dotados de unos medios al alcance de muy pocos en aquellos momentos.

Un espacio vanguardista
La construcción del nuevo Centro de Universidades Laborales de Vigo, denominación oficial de la conocida como Universidad Laboral, es anunciada a finales del verano de 1974, a la vez que se comunicaba el comienzo de las obras de la de Ourense. Se encarga el proyecto y ejecución al arquitecto José Antonio López Candeira, nacido en A Guarda y formado en Madrid, especialista en urbanismo y también artista. Candeira diseña un conjunto de edificios en los que el centro es el salón de actos, conformándose a su alrededor los espacios de uso común, edificio administrativo o aulas. Merece una mención especial el inmueble dedicado a biblioteca, un hexágono anexo al núcleo central, con tres pisos y un techo-lucernario acristalado; éste se repite más modestamente en la sala destinada a claustro de profesores, situada en el edificio administrativo. 
Las residencias quedan unidas al conjunto por pasillos acristalados, aunque sin formar parte del núcleo: esto permite cercanía y comodidad al moverse en los distintos espacios y a la vez dar la sensación de separación necesaria entre los dos ambientes, el de las aulas y el de la residencia, el hogar habitual del alumnado durante muchos meses al año. Esta distribución de los usos resultó muy útil cuando la Universidad Laboral, que había pasado ya por varios cambios de nombre, se separó en dos centros distintos en 1989, dando lugar al Centro Residencial Docente y al Centro Integrado de Formación Profesional.

Desde todas partes de España
A este lugar volvieron estos días sus primeros moradores, alumnas internas y alumnos mediopensionistas que anduvieron por sus pasillos mientras los obreros daban los últimos retoques, que pasaron el primer trimestre del curso 76-77 en la Residencia de Tiempo Libre de Panxón, con su maravillosa playa convertida en patio de recreo, que estrenaron con alegría e ilusión aquellos espacios que iban a ser su casa durante varios años. Recorrieron de nuevo sus pasillos, reconocieron en los actuales cincuentañeros a aquellos adolescentes con los que compartieron estudio y vivencias.
El acto conmemorativo tuvo lugar el sábado 26 a las doce del mediodía en la propia Universidad Laboral, mientras que a las diez de la noche se preparó una cena en el Real Club Náutico. Al homenaje asistieron más de un centenar de personas provenientes de toda España, alumnado y profesorado de las primeras promociones de la institución educativa, testigos del principio del fin de las Universidades Laborales.  n

Te puede interesar