El "tren Celta" suma 68.851 usuarios desde julio de 2014 y ha incrementado un 74,5% la ocupación el último semestre
Los usuarios van por delante de los gobiernos, especialmente en lo que se refiere al de Portugal. Desde que el 1 de julio de 2014 se estableció que el tren directo Vigo-Oporto tuviese tres paradas comerciales (Valença, Viana do Castelo y Nine-Braga), manteniendo los tiempos de 2013 (dos horas y cuarto), la demanda de viajeros se ha disparado.
Así lo confirman los datos aportados por Renfe y que no admiten dudas sobre el éxito del tren Celta: 28.497 usuarios de enero a junio de este año, un 74,5% más que en el mismo periodo de 2013 (16.335), cuando no había estas paradas y el ferrocarril tenía hasta catroce paradas. Además, desde que en julio del año pasado se pusieron en marcha estos tres apeaderos y hasta el 30 de junio, el número de viajeros de los últimos doce meses ha sido espectacular: 68.851 billetes vendidos... más que toda la venta hecha por Renfe y Comboios Portugal entre 2012 y 2013 (unos 65.000).
Las facilidades para la compra del billete único (en sustitución de los dos de antes), las tres paradas intermedias en lugar de catorce, la eliminación del cambio de maquinista en la frontera y el paso desde julio de 2013 a una duración del viaje de dos horas y cuarto han provocado el éxito de la línea del Miño. Tanto es así que el Eixo Atlántico, que representa a buen número de concellos y cámaras municipales de Galicia y norte de Portugal, ha pedido "ampliar hasta cinco frecuencias por sentido" en los próximos años, recuerda Xoán Vázquez Mao, su secretario general.
Con todo, el éxito en la demanda precisa de nuevas inversiones del país vecino, comprometidas en la pasada Cumbre Ibérica de Baiona 2015. Y por ahí han vuelto a generarse dudas. Dos años después de la rebaja de tiempos (de tres horas y cuarto a 135 minutos), la política choca con la falta de información. Según el Gobierno del país vecino "en septiembre se licitarán las obras para electrificar el último tramo pendiente del recorrido".
Sin embargo, las palabras han dejado atrás hechos necesarios. El Eixo lleva meses batallando contra la ausencia de respuesta de Portugal respecto a las mejoras. “Me consta que este nuevo pacto es cierto y se va a llevar a cabo. El Gobierno luso no nos ha enseñado el proyecto, algo que nos había prometido, ni tampoco tenemos constancia pública de que se lo haya mostrado a Bruselas, pero sabemos que estas medidas se van a llevar a cabo”, afirma Vázquez Mao. Pero el silencio de la Administración continúa. En mayo, el diario portugués "Público" indicaba que en "los próximos días" Lisboa daría el cronograma de las obras. Dos meses después nada se sabe.
Los datos de viajeros defienden el crecimiento: 56.689 en 2014 frente a 35.189 el año anterior, un 61,1% más. Y desde el Ministerio de Fomento se augura que este año la línea seguirá mejorando números.
Mientras, en septiembre llegarán las Generales de Portugal, justo cuando se anuncia la licitación de obras. Mao dice haber conversado con la oposición y que el plan seguirá adelante, pero...
“Portugal nada ha hecho en dos Años”
“Aunque la Cumbre Ibérica venda humo diciendo que sí se han hecho cambios, esta es la realidad”, asegura el secretario general del Eixo. Su escepticismo, en el que no está solo pues hay más expertos que lo comparten, nace de los retrasos por parte de Portugal para destinar los fondos europeos a este proyecto.
Aunque en la primera fase no hubiese inversión prácticamente, ya que Comboios Portugal pidió los trenes a Renfe mediante un contrato de alquiler, en la fase que nos encontramos de modernización sí se necesita un gran presupuesto. Concretamente 69 millones.
A finales de 2014 la Comisión Europea aprobó el proyecto de modernización por 35 millones de euros de la línea Oporto-Vigo, con la idea de que estuviera listo para 2017. Esa fecha se desvaneció nada más celebrarse la última Cumbre Hispano-Portuguesa, el pasado mes de junio, cuando Portugal puso 2019 como año de referencia para la finalización de esta segunda fase. Y se dio el visto bueno porque Passos Coelho planteó mejoras en el proyecto inicial.
“Con los nuevos fondos pactados entre 2014-2020 se cumpliría la ventaja del factor tiempo y además se añaden nuevos condicionantes al tratado: la electrificación, el refuerzo de túneles y taludes y la eliminación de pasos a nivel (que reducen la velocidad). La problemática está en la entrada en Oporto, donde el maquinista tiene que reducir la velocidad, y que se alargan dos años de plazo para desarrollar este proyecto”, comenta Vázquez Mao.
cronograma
Cuatro años de vaivenes
2011
Portugal anuncia para el 10 de julio la supresión de la línea Oporto-Vigo por estimarla deficitaria. Sus trenes no pasarán de Valença. Un día antes, Comboios rectifica tras acuerdo con Renfe.
2013
El 1 de julio entra en servicio el nuevo "tren Celta" Vigo-Oporto directo en 2 horas y cuarto. Protesta del alcalde de Viana.
2014
El 1 de julio el "tren Celta" estrena tres paradas en Valença do Minho, Viana do Castelo y Nine-Braga sin alterar el tiempo final de viaje.
2015
Los datos a 30 de junio pasado son abrumadores: 108.876 viajeros en dos años, desde el 1 de julio de 2013.
