Al menos cinco fueron clasificadas como TP en causas abiertas en los juzgados de Vigo durante 2016
nnn Las investigaciones penales complejas en las que los testigos temen por su integridad o la de sus familas deriva en la posibilidad de que la autoridad judicial les declare como protegidos. En Vigo, esta figura se ha registrado a lo largo de los años en causas de narcotráfico, redes de delincuencia o incluso en la investigación de las bolsas bomba, aún por resolver. Sin embargo, son los casos de trata de seres humanos los que engloban la mayor demanda de protección por parte de quienes prestan su colaboración, según fuentes policiales y jurídicas.
Sólo el año pasado, cinco personas fueron declaradas testigos protegidos (TP) en causas abiertas en Vigo respecto a redes de tráfico de personas. Fuentes policiales señalan, que la unidad que se encarga de dichas investigaciones, la Ucrif, colabora con una serie de asociaciones que trabajan por salvaguardar y ayudar a los testigos una vez finaliza la investigación y el juicio. Dicha colaboración se articular en la Rede Galega de Trata, que funciona gracias a un protocolo de actuación entre Xunta, Policía Guardia Civil, Fiscalía y ONGs.
Fuera de este tipo de investigaciones, ser reconocido como testigo protegido supone la salvaguarda de la identidad de esa persona durante el proceso judicial. Su identidad y datos personales se recogen en sobre cerrado por el letrado de la Administración de Justicia y pasa a ser identificado mediante las siglas TP y un número. Eso supone poder declarar, por ejemplo, con la voz distorsionada. Más allá de dicho proceso judicial, no existe un programa específico en España.
En el caso del tráfico de personas, el reconocimiento de testigo lo es también de víctima. Fuentes policiales aseguran que en algunos casos no sólo se ha ayudado a esa persona a rehacer su vida sino que se le ha llegado a aportar una nueva identidad y una formación para poder establecerse en otro lugar fuera de las redes que las tenían sometidas.
Hace tres años, una investigación desde Vigo logró desmantelar una red nigeriana y rescatar a dos niños encerrados en un piso en Toledo. Una de las madres denunció en la Comisaría viguesa tras ser trasladada a la ciudad para ejercer la prostitución.
Su testimonio fue clave para poder sentar en el banquillo a tres de los presuntos responsables y condenarles.
Ella fue una TP y consiguió restablecerse en España. Actualmente, no vive en Galicia y ha conseguido, después de pasar por varias casas de acogida, iniciar una nueva vida con su hijo trabajando como ayudante de cocina.
El trabajo de los colectivos sin ánimo de lucro y de la unidad policial de extranjería, es clave para garantizar la protección de estas mujeres, que llegan al país engañadas y coaccionadas por redes internacionales y que en la mayoría de casos no se atreven a denunciar por temor.
En este ámbito de colaboración, la Policía realiza controles periódicos en los clubes para detectar posibles víctimas de redes.
En Vigo, en los últimos años se han llevado a cabo varias operaciones contra estas organizaciones delictivas, la mayor parte de países africanos, aunque también se han desarticulado redes rusas y sudamericanas.n
