Los dos detenidos en la operación policial antidroga quedaron ya en libertad con cargos
En la calle Redomeira -paralela a Aragón desde la rotonda del Calvario hasta la subida a San Xoán- los vecinos prefieren mantener un prudente silencio sobre los habitantes de la casa en la que la pasada semana la Policía Nacional detuvo a dos hombres acusado uno de venta de drogas y receptación de objetos robados y el otro de tenencia ilícita de armas. Ambos ya pasaron a disposición judicial quedando en libertad con cargos.
Estrecha y sinuosa, esta vía escondida de las miradas indiscretas se convirtió durante meses en un ir y venir constante de toxicómanos que iban a comprar su dosis. La gota que colmó el vaso se produjo el pasado mes de mayo. Dos hombres, uno de ellos detenido también en esta ocasión, se enzarzaron en una pelea con cuchillos y botellas rotas en mitad de la vía pública. Un de los vecinos que vio la sangre en el suelo explicaba ayer que "lo mejor que podías hacer cuando había jaleo era meterte en tu casa y no mirar". Y es que según recuerdan, hasta no hace mucho el trasiego de desconocidos era constante y a todas horas. "Algunos quedaban mucho tiempo dentro y otros entraban y salían rápidamente", explican con temor.
Ahora, con la detención de dos de los habitantes de la casa una cierta tranquilidad parecía reinar en la calle. Una sensación que duró poco porque los arrestados quedaron en libertad con cargos y algunos aseguraban que "ya les han visto por ahí aunque aún no han regresado al barrio, o por lo menos nos los hemos visto aquí". n
