EDIFICIOS VACÍOS

Un teatro y un barrio olvidados

El antiguo teatro Fraga, comprado por Caixa Galicia y que ha ido cambiando de manos. Ahora es de Abanca.
photo_camera El antiguo teatro Fraga, comprado por Caixa Galicia y que ha ido cambiando de manos. Ahora es de Abanca.

Algunos de los mayores edificios llevan hasta 15 años cerrados, como el teatro Fraga, que salió incluso a la venta, sin éxito. Más complicada es la situación del asilo, dentro de la ordenación frustrada del entorno

La fusión de las dos antiguas cajas ha provocado, entre otros efectos, que dos edificios muy importantes se hayan quedado prácticamente vacíos, el teatro Fraga y el centro de informática. Por su parte, el fracaso con la urbanización Barrio do Cura se alarga desde hace once años.
Fraga. Caixa Galicia adquirió el edificio hace casi 15 años tras el cierre en 2001 del cine. Gastó siete millones de euros y en su reforma invirtió otros 24 para convertir al teatro en su gran centro cultural en Vigo. La fusión con Caixanova paralizó las obras, prácticamente finalizadas y dejó cerrado el teatro que hace casi tres años Abanca decidió poner a la venta a través de su inmobiliaria sin confirmar el precio de salida, que rondaría la cifra de dinero invertido. Aún así, hasta la fecha  no ha habido comprador lo que ha hecho a la entidad buscar cambio de estrategia. Busca ahora una institución interesada, como la Diputación. El edificio está bajo el control de Patrimonio con unas características muy singulares.
Centro de Informática. Otra víctima de la fusión de las cajas. Era el corazón de Caixavigo y después lo fue de Caixanova. Cuando llegó la unión con la caja coruñesa, quedó desplazado el centro informático a  Coruña y el edificio quedó sin actividad. Según Abanca, todavía mantiene cierto uso, pero lo cierto es que lleva varios años cerrado e incluso fue puesto a la venta, sin ningún éxito, por Novagalicia, antecesor del actual banco.
Asilo de Barrio do Cura. Un ejemplo del urbanismo vigués. Adquirido el edificio por Karpin hace once años con la idea de reformarlo, fue considerado sin valor por Patrimonio de Galicia, lo que permitía su demolición. Karpin quiso desarrollar el resto del entorno y así surgió el proyecto Barrio do Cura. Un larguísimo proceso administrativo y político que culminó con la aprobación del Plan Barrio do Cura y ha terminado por estrellarse tras la anulación del Plan General de 2008, y la vuelta al Plan del Casco Vello, incompatible. Lo curioso: ahora la iglesia del asilo es elemento a conservar. n

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