Juicio por el accidente mortal de Gondomar

“Soy el principal culpable del accidente, iba muy rápido”

El acusado, ayer, durante la sesión del juicio celebrado en el Penal 1.
photo_camera El acusado, ayer, durante la sesión del juicio celebrado en el Penal 1.

El conductor que causó un accidente mortal en Gondomar se mostró arrepentido en la vista

Brais V.N., de 24 años, se sentó ayer en el banquillo acusado de un presunto delito de conducción temeraria  por haber ingerido alcohol y homicidio imprudente por el accidente ocurrido en septiembre de 2016 en Gondomar y en el que un amigo murió y otros tres resultaron heridos.
Durante la vista, celebrada en el juzgado de lo Penal 1 de Vigo, reconoció que aquella noche “iba a una velocidad excesiva” por lo que se confesó el “principal culpable, no suelo correr con el coche, pero ese día lo hice”.
Según su relato de los hechos aquel día tras quedar a cenar con unos amigos se fueron en su coche primero a Baiona y después a A Ramallosa. Sobre las siete de la mañana de camino a Gondomar se produjo el accidente. El Mercedes que conducía y en el que viajaba con una pareja y dos amigos se estrelló contra un muro. “De aquella noche tengo solo un par de imágenes, de que íbamos rápido, pero no recuerdo más excepto a los bomberos y luego el hospital”, afirmó.
Pese  admitir el exceso de velocidad, negó estar bajo los efectos del alcohol cuando cogió el volante. “En la cena bebí agua, dos copas en Baiona y dos tragos de otra en A Ramallosa”, señaló. Afirmó que el  accidente “me cambió la vida. Estoy arrepentido y es algo nunca olvidaré”, declaró mientras añadió que intentó reparar el daño causado y alcanzar un acuerdo de mediación además de colaborar en todo. “Pedí perdón por lo ocurrido”.
A pesar de que afirmó que dejó de salir de hacer la vida que hacía, reconoció que hace seis meses le paró la Guardia Civil y dio positivo. “Había bebido dos cervezas pero fue una sanción administrativa”.
Los tres ocupantes del vehículo que sobrevivieron al accidente también ofrecieron su testimonio. Todos coincidieron en que el coche aceleró tras la rotonda, que el conductor dio un volantazo y acabó empotrado contra un muro. “Recuerdo salir del coche y ver a José tendido en el suelo”, explicó uno de ellos y amigo de la infancia del acusado. Éste señaló que fueron en su coche porque precisamente Brais no había bebido en la cena y aseguró que no recordaba que nadie le llamara la atención por ir muy deprisa. “Me ha pedido perdón constantemente por lo que pasó”, dijo.
Los otros dos acompañantes, entre ellos la novia de la víctima, negaron que el acusado les hubiera llamado para pedir perdón. Ambos relataron cómo cuentan con graves secuelas físicas y psicológicas que les impiden hacer una vida. “No puedo dormir, ni trabajar porque me cuesta concentrarme y tengo dolores constantes en cervicales y lumbares”, señaló.

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