Vigo

En sólo un mes retiran en Vigo 50 nidos de avispa asiática

Un nido de avispa asiática.
photo_camera Un nido de avispa asiática.

En Galicia hay unas doscientas colmenas identificadas esperando para ser todavía retiradas

En el mes de agosto, los bomberos de Vigo han retirado más de medio centenar de nidos de avispa asiática. Una plaga que afecta gravemente a las colmenas productoras de miel y que según algunos apicultores “ha venido para quedarse. Se reproducen con mucha rapidez y sólo hay que ver que el año pasado en la zona de Mondariz y Ponteareas apenas había algunos ejemplares y este año no paran de aparecer”, asegura Gonzalo González, que pide a la Administración “que se tome en  serio este problema porque puede tener consecuencias nefastas tanto para la producción apícola como para el medio ambiente, ya que las abejas son las principales polinizadoras”.  
En toda Galicia hay en estos momentos unos doscientos avisperos que esperan a ser retirados por la empresa encargada de este trabajo o por algunas de las corporaciones de bomberos, principales protagonistas de esta lucha sin cuartel contra un insecto que amenaza las colonias de abejas y que ocupa el espacio en el que actuaba hasta hace poco únicamente la avispa europea.
Los casos de retirada de colmenas se repiten todos los días en Vigo, donde los bomberos tienen una media de entre dos y tres salidas relacionadas como mínimo con esta plaga. Los últimos aparecieron en lugares especialmente complicados, lo que obligó a operativos difíciles y arriesgados. Uno de ellos tuvo lugar esta semana en un camino cercano a la carretera Clara Campoamor, en las proximidades del Parque Tecnológico de Valladares. Un avispero se encontraba situado en la copa de un pino de más de 25 metros, por lo que un bombero tuvo que subir en medio de la noche, sin iluminación  y con el pesado traje de protección, con técnicas de escalada para poder llegar hasta el lugar. Para complicar aún más la operación, el nido se encontraba un metro escaso de la punta de una rama, lo que creó momentos de gran peligro y un desgaste físico por encima de lo habitual en cualquier intervención de este cuerpo de emergencia. Pese a lo arriesgado del operativo, apenas sufrió una picadura en un dedo cuando se disponía a retirar la colmena, bastante pesada dadas sus grandes dimensiones, pese a que en este mismo árbol había sido retirado otra hacía pocos días. n

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