La autovía entre Vigo y Porriño incrementó el pasado año tanto el número de accidentes como el de heridos, aunque no hubo ninguna víctima mortal
La A-55 Vigo-Porriño vuelve a ser una autovía cada vez más peligrosa al incrementarse por tercer año consecutivo tanto el número de accidentes como el de heridos de distinta consideración. Y todo pese a la reforma realizada -todavía a medias, hasta septiembre al menos- y la puesta en marcha de medidas de control de velocidad con más radares -es el tramo de la red nacional donde hay más cinemómetros instalados- y la limitación a 60 por hora en la subida y descenso de Puxeiros.
Pese a ello, el incremento de la circulación -supera los 60.000 vehículos al día, en gran parte pesados- ha provocado también que se multipliquen los accidentes: ha habido un 15 por ciento más que el pasado año, en el que también se había anotado un incremento sobre el anterior.
Según los datos de la Dirección General de Tráfico que maneja Subdelegación del Gobierno durante 2017, con cifra provisionales que pueden aún elevarse, hubo un total de 277 siniestros con un herido de carácter grave y otros 242 leves. Supone una subida tanto en accidentes como en víctimas, si bien como en el ejercicio anterior tampoco ha habido fallecimientos, al contrario de lo que ocurría el siglo pasado. En 2016 hubo 33 choques menos (244) y también heridos (218) aunque más de consideración grave. El anterior, 2015, cifras todavía mejores, con 259 colisiones registradas por los agentes de Tráfico con un total de 173 heridos leves y 7 graves y una víctima mortal, un peatón atropellado en una salida de la autovía.
En cuanto a zonas concretas de la A-55, se mantiene la alta peligrosidad de los kilómetros 10 y 11, donde se encuentra el tramo de mayor concentración de accidentes de toda España. A favor, que son colisiones de "chapa y pintura", como las calificó la anterior jefa provincial de Tráfico. En contra, que ninguna medida parece eficaz y que la única solución pasaría por otra autovía en túnel bajo el Meixoeiro, cuyo coste ascendería a 170 millones de euros.
SEGURIDAD
Sobre la seguridad de la autovía, un portavoz del Ministerio de Fomento precisó ayer que la velocidad genérica en la A-55 entre Vigo y Porriño es y será de 80 kilómetros por hora una vez finalice las obras en marcha. "Hay algunas curvas puntuales que tienen la velocidad limitada a 60 y existen varios radares fijos en el tramo. En la actualidad y mientras duren las obras de mejora de seguridad vial, existen limitaciones de velocidad a 60 kilómetros por hora entre Vigo y Porriño", indicó la portavoz del departamento estatal. n
