Las hermanas que vivían en el chalé de El Escorial se trasladan por orden de su abogado
nnn Al abandono de la casa madre en Oia tras destituir la Diócesis al fundador de la Orden y Mandato de San Miguel, y del chalé de Collado-Villalba con el ingreso en prisión de su principal morador, se sumó ayer el desalojo del último feudo migueliano, la vivienda en San Lorenzo de El Escorial, donde se estima que aún residían más de una decena de personas.
El desalojo se debe únicamente a un consejo del abogado y no a que hayan decidido regresar a sus casas, según aseguró ayer José Manuel Lima, padre de Ivana, la “hermana superiora” de este último grupo. Lima afirmó que “lo que he podido saber es que la mayoría se marcha a un piso en Madrid con lo cual, es más de lo mismo”.
Este exmiembro de la Orden San Miguel y afectado aseguró que una de las pseudohermanas habría vuelto a su casa, “pero se trata de alguien que era de Madrid, el resto, que yo sepa, no se ha comunicado con su familia”.
En este sentido, se mostró “escéptico” sobre que este desalojo pudiera ser una disolución definitiva de la secta que supusiera el reencuentro con una de las dos hijas que la orden tiene retenidas.
El ingreso en prisión del líder de la Orden y Mandato de San Miguel, reconvertida en La Voz del Serviam, y la obligación de comparecer semanalmente en el juzgado a su mano derecha la hermana Marta han precipitado los acontecimientos.
Desde que Miguel Rosendo decidiera trasladarse a Madrid al ser destituido de la orden, sus seguidores permanecían en el chalé de San Lorenzo de El Escorial y los más cercanos junto a él en la casa de Collado-Villalba, que fue objeto de registro. Por otro lado, quedan las cuatro “miguelianas consagradas” que trabajan en la residencia de Bustarviejo y que aseguran depender de la Orden y Mandato de San Miguel, en manos ahora del comisario especial de la Diócesis José Vidal, y en la que hay 27 miembros, que se han desvinculado de Rosendo.
La investigación de la Policía Judicial ha obligado a los abogados de la secta a aconsejar lo que en principio parecería una disolución que por el momento no se ha hecho efectiva.n
