“Cuando llegamos a la vivienda, presentaba serios daños por el fuego, una mujer mayor había muerto calcinada y aunque ya habían retirado el cadáver nos encontramos con su gato. Estaba totalmente hinchado, con los pelos de punta y muerto. Esa imagen todavía no se me ha borrado”, explica José Fernández Ferro, responsable de Limpiezas Arco Iris recordando una intervención hace años en un edificio de Coia.
Su empresa, además de otros servicios, actúa en desastres tales como incendios, inundaciones. “También intervenimos en casos de síndrome de Diógenes”, afirma y añade que “siempre vamos preparados con mascarillas y toda la equipación necesaria. Recientemente tuvimos que acudir a una casa donde el inquilino tenía acumuladas toneladas de desperdicios”.
Tras 30 años en Vigo, ha realizado limpiezas de viviendas asoladas por importantes incendios. “Lo primero es saber a cuánta superficie nos enfrentamos y cuáles son los daños. La prioridad es acabar con el hollín, que suele esparcirse por todos los lados. Utilizamos un método de aspiración y después un desengrasante especial”. Según cuenta, “lo más habitual en viviendas es que el fuego se inicie en la cocina y puede llegar a afectar a toda la casa e incluso a parte del edificio. Nosotros entramos cuando ya han inspeccionado los técnicos, aún así nos enfrentamos al humo y situaciones no exentas de riesgo”.
“En ocasiones, el lugar quemado queda totalmente destrozado y tenemos que emplear horas. El coste puede oscilar entre los 300 o 400 euros hasta los 1.500 dependiendo de la situación”, explica. El responsable asegura que también limpian tanatorios. “Cuando se hacían autopsias el olor era muy fuerte y el ambiente sobrecogedor. No es fácil trabajar con varias bocas vacías donde sabes que han estado cadáveres. Si eres muy aprensivo, es complicado”.
